Dumoulin empieza fuerte
El campeón del 2017 gana la contrarreloj de Jerusalén y Froome pierde 37 segundos
El nuevo Giro empieza en la línea del anterior. El neerlandés Tom Dumoulin, vencedor hace un año, salió ayer el último de la contrarreloj de Jerusalén y batió todos los registros de sus rivales para proclamarse vencedor y primer líder. El australiano Rohan Dennis, que había competido dos horas antes y esperaba pacientemente su momento de gloria, esbozó una media sonrisa, aplaudió al vencedor y se fue hacia el hotel. Dumoulin lo acababa de superar por dos segundos en esta primera cata de casi diez kilómetros salpicada de pequeños tramos empinados. “Los últimos días me he encontrado bien y ha ido todo perfecto. El recorrido era todo lo que podía pedir, muy técnico, lleno de curvas,” dijo el primer capo del Giro.
Pero la victoria de Dumoulin no es sólo el aviso que lanza el campeón del mundo de la especialidad y uno de los principales aspirantes a la victoria, sino también un buen toque de atención para muchos favoritos. Y el primero Chris Froome, que cedió bastante más de lo que podía pensar: 37 segundos.
No fue un día fácil para el británico. Por la mañana sufrió una caída mientras se entrenaba con su equipo. Golpes, rozaduras, carne viva a la vista, pero nada roto. Un alivio para los organizadores que, sin confirmación oficial, habrían abonado una prima especial de dos millones de euros a Froome para apuntarse a este Giro. Y por la tarde el jefe de filas del Sky no rindió al nivel previsto y sólo marcó el vigésimo primer tiempo del día. ¿Por culpa de su malestar general? ¿Porque ha llegado justo de forma pensando en la durísima tercera semana? ¿Porque la presión de su positivo pendiente le tiene atormentado? Incógnitas que irán cayendo a lo largo de este Giro repleto de exámenes eliminatorios, de Jerusalén a Roma. Y así lo veía el mismo Froome: “He perdido tiempo pero no hay que preocuparse demasiado porque el Giro es un camino muy largo. No cuento con batir a Dumoulin en este Giro basándome en las etapas contra el reloj”, reconoció.
Sobre la caída de la mañana, el ciclista de origen keniano señaló: “En una curva se me ha ido la rueda, estaba probando la velocidad y me he caído... debía ir a veinte o treinta por hora...”.
Del resto de aspirantes a lucirse cuando llegue la montaña el mejor fue Simon Yates, que sólo perdió 20 segundos. Thibaut Pinot se dejó 33, mientras que Esteban Chaves (46) y Fabio Aru (50) cayeron bastante más abajo en la primera clasificación general.
El mejor español fue Pello Bilbao, magnífico sexto tiempo del día, a 18 segundos. El ciclista vizcaíno del Astaná, que disputa su segundo Giro de Italia, ha llegado a la carrera para defender las opciones del colombiano Miguel Ángel López, pero el líder del Astaná ayer ya perdió casi un minuto. López también había caído en la inspección matinal, como el bielorruso Siutsou (Bahrein), que ha quedado eliminado del Giro con una vértebra fracturada.
Con respecto a los dos catalanes en competición, el sabadellense David de la Cruz (Sky) perdió 52 segundos, y el egarense Antonio Pedrero (Movistar), 1m4s. El mejor del Movistar fue el colombiano Carlos Betancur, undécimo a 28 segundos en una destacada actuación.
Hoy se disputa la segunda etapa, primera en línea, desde Haifa hasta Tel Aviv. Tiene un recorrido llano de 167 kilómetros por la costa mediterránea y parece muy difícil que no desemboque en un sprint. Supondrá también el primer reparto de bonificaciones: 10, 6 y 4 segundos para los tres primeros.
INICIO DISCRETO El británico del Sky se cae en el reconocimiento matinal y luego sólo logra acabar vigésimo primero