Todo devoción
Valentino Rossi, el piloto que más ha ganado en Jerez, es adorado pese a sus guerras con Marc Márquez
Poco, o nada, pareció molestarles que llegara 8 minutos tarde. Que tuviese esperando a todos los invitados, a las autoridades locales, de Dorna, a la familia Nieto, cuando iba a recibir un premio. O incluso que deportivamente ya no sea el gran piloto de antes. Valentino Rossi sigue siendo adorado en Jerez. Pese a todo. Pese a su guerra abierta con Marc Márquez, el otro ídolo de la afición española. Nada le pasa factura al héroe italiano en territorio rojigualdo. La multitud de fans vestidos de amarillo siguen agolpándose delante de su camión esperando captar una foto, cazar un autógrafo, o simplemente verlo pasar.
Pura devoción por el amarillo. Este, sí.
“A Valentino Rossi tenemos mucho que agradecer todas las ciudades”, justifican desde el Consistorio andaluz la concesión del galardón al “piloto más destacado” en la primera edición de los Premios del Motor Ciudad de Jerez. No en vano, Rossi es el que más veces ha ganado en el trazado andaluz, nueve, la última hace dos años, y el que más podios ha logrado, 14, en 22 años.
“En nuestra ciudad se le quiere, se le admira y se le respeta, por sus actuaciones deportivas y por su persona”, glosaban sus méritos. Básicamente, por su contribución a “abarrotar las gradas” del circuito y ayudar a promocionar el nombre de la ciudad. Sin embargo, según otras interpretaciones locales, con este reconocimiento se insta a Rossi a que rebaje las tensiones y hostilidades con Márquez. Aunque no consta que Rossi lo entienda así.
El Dottore, sin excusarse por su habitual retraso (debido esta vez a que convocó su rueda de prensa muy tarde), recibía el galardón –un busto de Ángel Nieto– derrochando simpatía. “Es un premio muy importante, que me hace feliz porque amo Jerez. Es un circuito que me gusta mucho, y la ciudad es un sitio donde se está muy bien. He crecido aquí como piloto, así que es un gran honor recibir el premio”.
Y le dio un abrazo a la alcaldesa, la socialista Mamen Sánchez, que se ponía bien para presumir de foto junto al rey del motociclismo. Igual que hizo tres años antes su rival política, la anterior primera edil, María José García-Pelayo, del PP, que le concedió la décima estrella del paseo de la fama de Jerez. Curiosamente, en aquella ocasión, Rossi también hizo su particular feo al no desplazarse a la ciudad a descubrir la estrella, y tener que ir hasta su garaje la delegación municipal.
“Lo que más me gusta de venir a Jerez es que, aunque soy italiano y esto es España, es como correr en mi casa, porque tengo muchos seguidores aquí y eso me hace mucha ilusión”, decía satisfecho el 46.
Pese a la idolatría dominante –como ocurre de manera similar en Montmeló, en Cheste o en Alcañiz, donde sus seguidores españoles son legión–, también ha habido movimientos críticos con el comportamiento de Rossi. Sobre todo a raíz del Sepang-gate, la patada de la vergüenza del italiano a Márquez en octubre del 2015. Aficionados de Jerez iniciaron una campaña, a través de Change.org, para que retirasen la estrella de la fama a Rossi. “La ciudad de Jerez no puede mantener un homenaje a una persona que ha demostrado en la pista todo lo que no se debe hacer para alcanzar el éxito”. La campaña recogió 3.286 firmas. La Estrella sigue en su sitio, en la avenida Álvaro Domecq. Y Rossi sigue despotricando de Marc Márquez, al que en Argentina acusó, entre otras lindezas, de ser “peligroso”, de “no respetar a los rivales”, de haber “destrozado el moto- ciclismo” y de “actuar con mala fe”.
¿Y qué dice Márquez? El catalán se encoge de hombros, comprensivo con esta devoción que le profesan. “Es normal. Lleva muchos años y la gente lo acaba apreciando. Una cosa no quita la otra. Es increíble lo que hace con su edad. Así que es muy respetable (que le rindan homenajes). Para mí, lo más importante es que el ambiente es sano”, comentaba el 93 a La Vanguardia.
También en la pista uno y otro están cada vez más distanciados. Marc apunta a batirse por la victoria. “O por lo menos por el podio”.
Vale admite que “será muy difícil luchar por las posiciones delanteras; los top 5 o 6 están muy fuertes”, admite el italiano, ayer 9.º a 6 décimas de las Honda de Crutch-low y Pedrosa. Repetir el triunfo del 2016 parece muy lejano.
LA OPINIÓN DE MÁRQUEZ “Es normal y respetable; lleva muchos años y la gente lo acaba apreciando, una cosa no quita la otra”