La comisaria que busca acabar con las ‘fake news’
JOVEN, LISTA, AMBICIOSA Y FRANCÓFONA, LA BÚLGARA MARIYA GABRIEL ES LA RESPONSABLE DE DESARROLLAR LA ECONOMÍA DIGITAL DESDE LA COMISIÓN EUROPEA
Joven, lista, ambiciosa y francófona. Así es como muchos ven a la búlgara Mariya Gabriel, la responsable europea de potenciar la economía digital y muy en particular de poner coto al auge de la desinformación y a la proliferación de fake news. De su juventud no hay duda. No llega a los 40 años. Esta política búlgara perteneciente al Partido Popular Europeo, es la más joven de un Colegio de comisarios dónde la mayoría pertenecen a una o dos generaciones por encima de la suya. Que es lista y ambiciosa lo prueban la carrera meteórica que la ha llevado a la Comisión Europea, donde aterrizó en julio pasado en substitución de una veterana, un peso pesado, su compatriota Kristalina Georgieva. La francofonía le viene por estudios (licenciada en lengua francesa), trabajo (investigadora asistente en el Instituto de Ciencias Políticas de Burdeos) y por marido (un francés que trabaja en el gabinete del presidente del parlamento europeo, Antonio Tajani)
La misión de Gabriel es potenciar la economía digital y tiene muy asumido que lo numérico es el futuro. Así lo describe en declaraciones a La Vanguardia: “Lo digital está en todas partes…mi motivación, mi energía es ver cómo se puede concretar el mercado digital.” Su última propuesta como comisaria es un código de buenas prácticas que las plataformas digitales deben implementar para limitar al máximo el impacto de la desinformación. Una medida que muchos han calificado de tímida. En cierta manera, cae en una con- tradicción. Por un lado, se certifica la gravedad del problema de la desinformación, con repercusiones en procesos electorales, pasados y tal vez futuros; y por el otro, se limita a pedir al sector que se autoregule. Cuando La Vanguardia le planteó esta falta de ambición, Mariya Gabriel la negó en redondo: “Proponemos una aproximación progresiva. En una primera etapa ofrecemos la posibilidad a las plataformas que actúen de forma voluntaria. Les pedimos acciones muy concretas para demostrar su capacidad de ayudarnos. Pero, hay una agenda muy marcada. De ahora a julio tienen que adoptar el código de buenas prácticas; en octubre, queremos ver resultados, y si no, en diciembre nos reservamos el derecho de emprender acciones legislativas”.
Intentar que un sector se autoregule es una práctica habitual de la Comisión Europea cuando prevé dificultades para avanzar a golpe de directiva. En este caso concreto, Gabriel quiere ir con pies de plomo porque se trataría de regular algo muy cercano a la libertad de expresión, y hay temores a ser acusados de censores, de ser vistos como una versión moderna del ministerio de la Verdad de George Orwell. Gabriel confía en Google, Twitter, Facebook y otras compañías que participaron desde el inicio en el grupo de trabajo que organizó, y está convencida que “forman parte de la solución. Cuando tienen voluntad de hacer algo, lo pueden hacer”. Además, añade, a ellas mismas les interesa actuar en este terreno para conseguir la confianza de la gente.
Gabriel llegó a la Comisión Europea después de pasar una legislatura y media en el Parlamento Europeo como diputada de Ciudadanos por un Desarrollo Europeo de Bulgaria (GERB), el partido de centroderecha del primer ministro búlgaro, Boiko Borisov. En el europarlamento fue una de las vicepresidentas del PPE, y se la recuerda como muy activa en la Comisión de Libertades. Fue la ponente que redactó las resoluciones para facilitar la entrada de ciudadanos de Georgia y Ucrania en la Unión Europea sin necesidad de visado.
Ni en el Parlamento ni en su etapa anterior no se le conocen actividades relacionadas con las empresas tecnológicas. Pero, para Gabriel su actividad pasada le está resultando de una gran valor: “Lo digital forma parte de nuestra vida cotidiana, afecta a las libertades fundamentales, la protección de datos personales, la política de seguridad, la política exterior… muchos terrenos en los que yo tenía una experiencia de la vida real”.
Gabriel es muy fiel a sus presidentes, a los dos. Lo es al que tiene en la Comisión Europea, JeanClaude Juncker: “Dirige una Comisión política, con un auténtico espíritu de equipo, con nuevos métodos de trabajo enfocando las
“Lo digital está en todas partes. Mi motivación es ver cómo concretar el mercado digital”
En julio dejó el Parlamento para convertirse en el miembro más joven de la Comisión Europea
políticas de manera transversal”. Y también al de su país, Boiko Borisov, ahora mismo por cierto, el presidente de turno de la UE: “Forma parte de estos líderes que se necesitan para que Europa avance”. Es fiel también a un propósito: “La más importante es que lo numérico no deje a nadie excluido”.