El Barça busca hoy la guinda al doblete
El Barça del doblete busca la guinda en el último clásico de Iniesta y sin pasillo
Es imposible encontrar un clásico vacío. La duda ofende. Por contra sí que hay clásicos metafóricos y aclaratorios. El de esta noche en el Camp Nou tiene mucho de trascendental aunque los puntos no vayan a dar un vuelco a la clasificación. La Liga, merecida a cuatro jornadas del final, ya es de un Barcelona invicto. Sin embargo, la rivalidad va de sentimientos, no de matemáticas. Por eso, desde la óptica madridista, se permite cuestionar que dos sea mejor que uno. El fútbol moderno vive más del glamour de las grandes citas que del trabajo diario. A veces al Barça se le queda cara de hormiga mientras al Madrid le vale con actuar como la cigarra. Así se entiende que haya quien pueda preferir estar a un paso del hat-trick de Champions consecutivas –el Liverpool se interpone– que tener la hegemonía en la Liga, con siete de las últimas diez. Como el debate es tan ensordecedor como sordo, sólo queda que el balón dicte su veredicto. El Barça del doblete ve el clásico en su campo como la oportunidad para decir quién manda aquí.
Ese dominio se debería ver ya desde la salida de los jugadores al terreno de juego pero es seguro no habrá pasillo al campeón. Zinédine Zidane reiteró su decisión. “No vamos a hacer pasillo porque ellos no lo hicieron por el Mundial de clubs. Dicen que no estaban en la competición, pero es mentira. Tienes que ganar la Champions para ir al Mundial y en la Champions estamos todos. No voy a hacer algo que ellos no hicieron”, insistió el técnico francés, más pendiente de remarcar aquel error que de corregir ahora al Barça.
A Ernesto Valverde le insistie- ron tres veces por el pasillo. “Hay tanto ruido que parece que hay que hacer una encuesta para ver si se hace. Entre rivales como Barça y Madrid tiene más resonancia”, apuntó el Txingurri casi diez años después de que Rijkaard sufriera ese misma presión mediática, en su caso por hacer el pasillo.
El momento actual no tiene nada que ver con 2008. El Barcelona empezó la semana con una rúa de comunión con su ciudad. El Madrid la inauguró con el billete para la final de la Champions, su comque petición y también su salvavidas. Ahora ambos quieren seguir en la cresta de la ola. Los blaugrana porque necesitan el triunfo para seguir su marcha triunfal por el campeonato (41 jornadas) si quieren terminar invictos en un récord de otra época. A los blancos, obligados a vivir en la sombra desde el 0-3 del 23 de diciembre, porque han salido de la cueva.
Tan bien ha hecho su trabajo en la Liga Ernesto Valverde que ha conseguido descafeinar el clásico. “¿De verdad me preguntáis por la importancia para el Barça de un partido contra el Madrid?”, se extrañó. “La gente estaría más excitada si nos jugásemos algo más. Pero a mí ya me gustaría que siempre fuera así, que nosotros ya fuéramos campeones”, escogió. “Ganar la Liga es lo más complicado. Siempre lo he dicho”, reconoció a 600 kilómetros el técnico blanco. “A nosotros también nos gustaría estar donde el Madrid y el Liverpool”, confesó Valverde, que no tiene bajas.
En Chamartín la euforia de la final ha hecho que se pase de priorizar la Champions –forma de ningunear la Liga y el doblete blaugrana– a imponerse la idea de que un buen resultado en el Camp Nou sería un espaldarazo para Kiev. A Zidane le va a costar dejar a los titulares en el banquillo, empezando
por un Cristiano Ronaldo al que le van los duelos en el coliseo barcelonista, donde ha marcado 11 goles y de donde se fue expulsado en agosto, aunque el técnico blanco no arriesgará a Carvajal, Varane e Isco.
“Veremos a los mejores equipos del Real Madrid y el Barcelona”, sentenció Valverde, que tampoco duda del Camp Nou. “Espero que el campo esté lleno. Sé lo que motiva este partido a nuestra afición”, arengó. Y es que en la grada se vivirá fiesta para recibir por primera vez al equipo tras la Copa del Metropolitano y la Liga de Riazor. Pero eso necesitará de una continuación en el césped. Los encargados serán los héroes de la final de Copa: Messi, Luis Suárez, Coutinho e Iniesta, en su último clásico. Muchos culés cuentan el 2-6 en el Bernabeu como un título más en el año de las Sis Copes. El Barça hoy puede ganar un gran trofeo simbólico.