CLAVES PARA ENTRENAR LA ATENCIÓN
Dosificar y pautar la tecnología. La capacidad de atención se puede entrenar, como un músculo. El ejercicio básico, dicen los expertos, es hacer las cosas con menos distracciones para ponérselo más fácil al cerebro. El primer paso es establecer nuevos hábitos en el uso de las herramientas digitales. Medidas como desconectar el móvil o dejarlo en silencio y boca abajo mientras se realiza una tarea, o marcarse momentos concretos del día para responder llamadas, mensajes y revisar notificaciones en lugar de atenderlos según llegan, ayudan a mantener la atención de forma continuada en la actividad principal a desarrollar.
Manipular y moverse. Para compensar la constante actividad cerebral que conlleva la tecnología, los expertos aconsejan recuperar hábitos y actividades que incluyan el cuerpo, desde tareas que impliquen manipular con las manos hasta reuniones familiares o con amigos que faciliten y promuevan el contacto, la relación física.
Aburrirse. Explica Luis López que para fomentar la atención es importante observar y observarse a uno mismo, y para eso se necesita tiempo libre “de verdad”, no tener todos los minutos del día programados ni rellenar los que quedan ociosos con actividad en las pantallas o en las redes sociales. Por ello aboga por fomentar el aburrimiento, por tiempo para el descanso real y para pensar.
‘Mimismo’. López enfatiza que para centrar la atención es fundamental escudriñarse, dirigir de vez en cuando el foco hacia el interior y rumiar sobre la propia vida. “Antes, mientras viajábamos en metro o esperábamos el autobús teníamos momentos de mimismo; pero ahora esos tiempos los llenamos consultando el móvil, de modo que amplificamos la sensación de estrés y de “no tener un minuto para mí”, enemigos declarados de la atención.