Joven y católico, una rareza
El Moviment de Joves Cristians de Barcelona cumple 20 años
Hace falta una cierta militancia para declararte católico cuando eres joven, en un mundo tan cambiante, donde todo va tanto rápido, los cristianos son vistos como una especie rara. Quizás no hay animadversión hacia ellos, pero sí una cierta indiferencia. Y por eso también detectamos que cada vez los que se apuntan son más conscientes de que se trata de una apuesta personal que va a contracorriente”. Quien hace este diagnóstico es el sacerdote Toni Roman, consiliario diocesano del Moviment de Joves Cristians (MJC) de Barcelona. Esta entidad nació hace veinte años, impulsada en buena medida por la delegada de pastoral juvenil Rosa Deulofeu y por responsables de pastoral de las parroquias, y el próximo domingo día 13 lo celebrarán. A las 18 h. en la parroquia de Santa Madrona del Poble Sec (c/ Tapioles, 10), habrá un acto de recuerdo de los 20 años y a las 19 h. la celebración de la Eucaristía presidida por el obispo auxiliar Sergi Gordo. Un acto al que están invitados también los miembros “hermanos” de la JOC (Juventud Obrera Católica), de las JARC (Moviment de Joves Cristians de Pobles i Comarques) y del Mijac (Moviment Infantil Juvenil d’Acció Catòlica).
El MJC de Barcelona, que actualmente preside Àngels Carrió, está coordinado a nivel español con Acción Católica General y el año pasado participó, por ejemplo, con otras diócesis de todo el Estado en el Camino de Santiago que hicieron 1.300 jóvenes. En el 2011 el MJC se fusionó con el Moviment d’Universitaris i Estudiants Cristians (MUEC) que había visto como se reducían sus efectivos y juntos quieren ser la voz del Iglesia entre los jóvenes y la voz de los jóvenes en la Iglesia. Su actividad principal son los encuentros de revisión de vida que acostumbran a hacer los fines de semana. Así el pasado 3 de marzo organizaron una jornada de reflexión sobre la Economía Responsable. Previa- mente repartieron materiales diversos, entre ellos un librito de Cristianisme i Justícia titulado Consumeixo, llavors existeixo. También realizan campamentos de cuatro días en verano, y participan habitualmente en la Semana de Taizé, en Francia, y en la llamada Trobada de Rams. Y algunos de estos jóvenes, a pesar de estar en periodo de exámenes, ya tienen previsto ir al aplec de l’Esperit en Tortosa el domingo día 13 de mayo.
“El objetivo principal del MJC –nos comenta Toni Roman- es continuar el trabajo de catequesis que llega hasta la adolescencia y ofrecer desde las parroquias un itinerario, una formación cristiana, un camino de fe y de compromiso en una edad difícil (suelen agrupar desde los 14 hasta los 27). De hecho nos encontramos con jóvenes que se van y vuelven cuando ya son más adultos”. Dentro del Moviment son conscientes de que cuesta arraigar, que las parroquias no tienen las plataformas necesarias para atraer a los jóvenes, que no es lo bastante atractivo el mensaje, pero aun así no desfallecen. Su lema actual es “Germans en dignitat, sembrem llavors” que quiere ser una reflexión sobre los derechos laborales de los jóvenes, pero también de los refugiados y sobre la necesidad de acogida. Y está extraído también de la exhortación apostólica del papa Francisco Evangelii Gaudium, cuando invita a “salir, caminar y sembrar, siempre de nuevo”.
“Como un grano de mostaza es, este movimiento que nace...” , dice el himno del MJC para recordar, como el evangelio, que quiere acabar germinando en el corazón de las personas.
El MJC nace en 1997, impulsado por Rosa Deulofeu, y en el 2011 se fusiona con el MUEC