La Vanguardia

Un trampolín para Lorenzo

El balear, cuestionad­o en Ducati, espera impulsarse en Jerez para “recuperar valor” y negociar su futuro

- TONI LÓPEZ JORDÀ Jerez de la Frontera

Aquel 21 de abril del 2016, primer día del GP de España en Jerez, Jorge Lorenzo era el centro de atención. “Cambiar Yamaha por Ducati es una cuestión de motivación y de intentar hacer historia en un equipo con el que sólo ha ganado Stoner”, justificab­a el balear la decisión de abandonar su zona de confort, dejar atrás la fiabilidad de la moto con la que había sido tricampeón, y lanzarse a la aventura incierta del reto rojo. Dos años después, Jorge sigue en el mismo sitio: en el mundo de las buenas intencione­s, pero ahora con prisas. Ha consumido un curso (2017) y tres carreras del 2018, 21 en total, y sigue peleándose con una máquina imposible de domar a su manera. Lorenzo se aferra a un buen resultado hoy en Jerez, “mi pista talismán”, desde un 4.º puesto esperanzad­or, para enderezar el rumbo en este viaje, de momento, a ninguna parte.

“Mi valor para el equipo ha bajado, pero puede crecer con dos o tres buenos resultados”, se intenta animar Jorge. A testarudo no le gana nadie. “Tengo obsesión”, describía su estado de ánimo en Qatar, hace mes y medio, en el inicio del Mundial. Y ahí sigue, empeñado en ser un piloto ganador con la Ducati, para lo que necesita conjugar su pilotaje con una moto muy peculiar, en las antípodas de su estilo. Lo ha probado todo. Todo lo que le va bien a Dovizioso. Y lo ha desechado a continuaci­ón. El mismo sillín del italiano, los mismos discos de freno más agresivos, piezas del 2017... En Borgo Panigale empiezan a agotar la paciencia con sus devaneos, sus idas y venidas, sus malos modos y gruñidos de desesperac­ión.

Lorenzo necesita un resultado balsámico, revitaliza­dor, que le inyecte confianza. Y ahí aparece Jerez en su tortuoso camino como un trampolín para coger impulso. Del circuito que le vio debutar hace 16 años espera que vuelva a ser un punto de inflexión, que le regale por su 31.º cumpleaños (fue el viernes) al menos otro podio, como el primero con Ducati que logró el curso pasado aquí. Para lograrlo cuenta con unas modificaci­ones, “un par de piezas nuevas” –dice él, aunque se sospecha que son del 2017– que le hacen ser más competitiv­o. “Hacen la moto un poco más suave en curva y en aceleració­n, y así me puedo acercar a la moto del año pasado y pilotar más cómodo. Si logro que gire más, podré estar más cerca de los más rápidos”. Estos retoques milagrosos están surtiendo efecto: Lorenzo fue el 5.º en el combinado de los ensayos (a 0s4 de Márquez) y 4.º en la calificaci­ón, a 0s3 de la pole.

La esperanza ha vuelto a la cara del mallorquín. “Nunca es tarde para recuperar el buen feeling. Este es el camino que debo seguir. Si la moto me continúa yendo de la mano, más tranquila y calmada, estaré delante. Si me la siento mía, puedo ganar carreras otra vez”, se anima Jorge, que acogió su 4.º puesto de parrilla como una inyección de moral. “Estoy en una buena posición. Si hago una buena salida, también tengo un buen ritmo para intentar hacer algo grande”.

Es el Lorenzo más positivo que se ha visto este fin de semana. Sabe que se juega su continuida­d –acaba contrato este año– y no ha estado siendo precisamen­te sutil con Ducati. Jorge considera que con la nueva moto del 2018 ha dado un paso atrás. Si en las últimas carreras del 2017 había progresado en su adaptación con buenos resultados (dos podios, en Aragón y Malasia), con la nueva máquina ha vuelto a la primera casilla (caída en Qatar, 15.º en Argentina, 11.º en Austin). “Me

ESPERANZAD­OR 4.º DE PARRILLA “Estoy en buena posición; si hago una buena salida, tengo buen ritmo para intentar hacer algo grande”

ha costado compenetra­rme con esta nueva moto, ha cortado esa progresión buena. Digamos que la de este año se ha alejado un poco más de lo que sería mi moto ideal, para encontrarm­e perfecto, y por eso estoy sufriendo más. Ducati lo ha intentado, pero si ves que la Honda es claramente mejor que la del año pasado, la Ducati, diga lo que diga Dovizioso, para mí tiene puntos positivos y negativos, aunque está por detrás de la del 2017”. Zasca.

A todo esto, la renovación con Ducati –que sería a la baja, lejos de los 12 millones anuales con que le convencier­on– está parada. “Ahora mismo está más fuera que dentro”, apuntan soto voce. Jorge admite que no está “en la mejor posición para hablar de futuro”.

La marca italiana aún no se ha manifestad­o para el 2018. Dovizioso, subcampeón y líder hasta la fecha, en su condición de primer espada querrá renovar con una mejora. Lorenzo, no perder demasiado... y disponer de una moto que le permita ganar. Quizás Ducati no sea el sitio que lo haga posible. Por eso han aparecido nombres en radio paddock. Suzuki sería una opción. “En mi vida me he ofrecido a ningún equipo”, desmentía Jorge con vehemencia que hubiese llamado a la puerta de los japoneses.

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JOSE MANUEL VIDAL / EFE Jorge Lorenzo mejoró el 8.º puesto de salida del año pasado en Jerez y hoy buscará un podio con el que relanzarse

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