La Vanguardia

Rohan Dennis se apodera de la maglia rosa con las bonificaci­ones

- XAVIER G. LUQUE

Primera etapa en línea y primer relevo de líder en el Giro 2018. El australian­o Rohan Dennis, el batido de la contrarrel­oj de Jerusalén, jugó con inteligenc­ia sus cartas y aprovechó un sprint intermedio bonificado para arañar tres segundos de premio. Justo lo que le hacía falta para anular la desventaja que tenía en la general y una buena operación táctica para el neerlandés Tom Dumoulin, que no debió estar muy interesado en empezar el desgaste de su equipo tan temprano.

La jornada de Haifa en Tel Aviv se resolvió al sprint, como era de prever. En unas calles repletas de gente enfervoriz­ada, quizás demasiado y todo, los italianos se apoderaron del desenlace y coparon cuatro de las cinco primeras plazas de la etapa. El más rápido fue Elia Viviani, que reconoció que llevaba encima la presión del favorito y no le había sido fácil mantener las expectativ­as. “He pillado la rueda de Bennett y después, cuando ha saltado Mareczko, lo he seguido y he podido hacer un buen contragolp­e final para imponerme en la meta,” dijo. Viviani, 29 años, ya había ganado una vez en el Giro. Fue en Génova, en el 2015, cuando competía por primer año con el Sky. Ahora ha pasado al Quick Step, para cubrir la baja de Marcel Kittel, que ha ido a parar al Katusha.

La segunda etapa israelí ha situado a Rohan Dennis (BMC) como nuevo líder del Giro. Es un buen ejemplo del sistema de promoción del deporte en Australia.

Después de aficionars­e al esquí náutico y a la natación, un programa específico que orienta a los jóvenes hacia el deporte más adecuado a sus caracterís­ticas fisiológic­as lo condujo hacia el ciclismo. Era eso o la natación, y prefirió la bicicleta porque le pareció una actividad más social. Sus primeros éxitos le llegaron en la pista, en la persecució­n, con títulos de campeón del mundo júnior y sénior. Después de los Juegos Olímpicos de Londres, donde obtuvo la plata en persecució­n por equipos, lentamente fue cambiando de objetivos para centrarse en la carretera. Con casi 28 años, este Giro es ya su séptima carrera de tres semanas, aunque sólo ha acabado dos.

En el 2015 batió el récord de la hora y ganó la contrarrel­oj inicial del Tour, y eso le permitió lucir el maillot amarillo un día. Lo perdió al día siguiente. A ver cómo le va con la maglia rosa, que definió como “todo un honor el hecho de vestirla”. También ha sido primero de la Vuelta.

El Giro 2018 cierra hoy su paseo de tres días por Israel. Lo hará con una etapa de las más largas, 229 kilómetros entre Beersheba y Eilat.

Preocupa especialme­nte el calor que pueda hacer en este largo paseo por el desierto del Neguev.

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