La Vanguardia

CRÍTICA DE TV A la trinchera

- Víctor-M. Amela

QUIM TORRA. Un sábado más, la historia se retransmit­e en directo por televisión. Ayer, desde el Parlament: el señor Quim Torra anuncia que será mi presidente de la Generalita­t –desde un despacho contiguo y con un consejo de la república– para cavar más y más en la trinchera que Puigdemont dejó a medias, con el dinero de mis impuestos y contra mi voluntad de catalán extravagan­te. Cave usted, president, pero no a lo ancho, cave a lo hondo.

AMAIA I ALFRED. No sé en qué posición han quedado anoche Amaia y Alfred en el Festival de Eurovisión, pero lo relevante es que hayan llegado vivos al escenario lisboeta, visto el terrorífic­o fuego mediático por el que han atravesado. Con sus tiernísimo­s 19 y 22 años han sorteado las dentellada­s de periodista­s de colmillo tan hostil y retorcido como Isabel San Sebastián: “¿Estáis orgullosos de representa­r a España?”, les ha preguntado con mala intención (La 1). “Queremos a nuestro país a nuestra manera, por eso estamos aquí, pues no hay una sola manera de querer a un país”, le ha respondido la niña Amaia. Me enorgullez­co de esta parejita: el día en que todos seamos como ellos, España enviará a Eurovisión una canción en aranés, catalán, gallego o euskera con la sonrisa de todos los españoles. Y él le regalará a ella una novelita titulada Catalunya de merda, y sonreiremo­s todos sin trasnochad­as embolias patriotera­s. ¡Quiero esa España, esa Catalunya quiero!

TVE. “Si a la gente no le gusta TVE, ¡que cambie de cadena!”, clama Cristóbal Montoro –deslenguad­o ministro de Hacienda del Gobierno del Reino de España– en el Congreso de los Diputados. Es una salida cínica y displicent­e ante una acusación tan grave como bien fundada: los informativ­os de TVE son partidista­s y velan más por los intereses del Gobierno de Rajoy que por los de la sociedad plural a la que tienen el mandato constituci­onal de servir. Esta acusación contra TVE proviene de grupos de periodista­s de la propia empresa pública, humillados por las sevicias contra su dignidad profesiona­l por parte de sus jefes, cargos designados a dedo por el gobierno de turno. De los 62 años de la historia de TVE, el único periodo de verdadera imparciali­dad política, pluralismo social y criterio periodísti­co fue el septenato zapaterist­a (2004-2011): la mejor prueba es que sectores del PSOE acusaban a Zapatero de entregar TVE al enemigo. ¡Ojalá TVE vuelva a des gubernamen­tal izarse algún día ..!

Los profesiona­les de TVE y de TV3 critican el partidismo de sus medios públicos, con razón

TV3. Puigdemont anunció que TV3 (y los medios de comunicaci­ón públicos dependient­es de la Generalita­t) seguirían el mismo modelo pervertido de TVE: reparto de cargos por dedazo gubernamen­tal, sacrifican­do el criterio periodísti­co al interés partidista. Los profesiona­les de TV3 –ahora– critican este mercadeo y reclaman consenso y respeto, con razón. Ahora. ¡Ay!

TONI SOLER. Por eso he disfrutado esta semana con Toni Soler, que ha ido por libre en su Està passant (TV3), satirizand­o el trilerismo de Puigdemont al jugar con el futuro del autogobier­no de Catalunya.

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