La Vanguardia

“Queremos maría de farmacia”

Miles de pacientes usan cannabis para aliviar síntomas que no remiten de otro modo, pero con la insegurida­d de un mercado en parte ilegal y con el desconocim­iento médico

- ANA MACPHERSON

“Voy a por la maría a Gràcia y tengo que envolverla mucho antes de subir al metro para volver a casa. Son bolsitas con unos gramos de flor. Pero has de envolverla mucho, porque huele. Y no quiero que nadie se confunda. Llevo una carta que demuestra que soy usuaria de cannabis terapéutic­o, pero no me ampara si me para un día la policía. Lo único que pido, que pedimos, es poder ir a la farmacia para que me den mi medicación, igual que voy por Tramadol, un potente opioide”, aclara Libertad, 47 años, monitora de tiempo libre y limpiadora con fibromialg­ia y artrosis.

FIBROMIALG­IA Las pastillas van bajando

“Yo la tomo vaporizada. Pones la hierba en una cazoleta y el vaporizado­r la quema a temperatur­a no muy alta y así la aspiras, como un ventolín. Saca el máximo de THC, ¿sabes lo que es?, mucho más puro que si la fumaras. A mí me funciona, y en cambio fumar me hacía daño. Dos veces al día. Nadie nota en mi trabajo que tengo fibromialg­ia. Ahora puedo dormir horas seguidas, y me relaja, y no me dan tembleques como con los mórficos. Y he dejado de meterme tanta porquería: ¡había llegado a tomar 47 pastillas por la mañana! De ahí pasé a 18. Y por la noche, de 14 a 11, más los parches. En la clínica del dolor de Vall d’Hebron ya no sabían qué más darme para reducir el dolor”.

Libertad es una de las quizá 50.000 o 100.000 personas que en España utilizan variedades de cannabis para controlar síntomas de su enfermedad. Forma parte de la unión de pacientes que clama desde hace años por su regulación dentro del Iceers, una fundación dedicada a la investigac­ión y difusión que acaba de celebrar un congreso en Barcelona. Los pacientes quieren saber qué se meten cuando en un club de cannabis les facilitan un aceite o unas florecilla­s para tratar acúfenos, fibromialg­ia, espasticid­ad...

SÍNDROME DE WEST Gotas en el chupete

Algunos tienen la suerte de que su cannabinoi­de no tiene contenido psicoactiv­o (THC) y pueden comprar el producto legalmente y con garantías sobre el contenido. Como Assumpta, la madre de Laia. Su hija de 10 años toma 12 gotas por la mañana y otras 12 por la noche en el chupete. Tiene síndrome de West y sus crisis epiléptica­s no la dejaban literalmen­te vivir. Dor- mía y tenía una crisis, se volvía a dormir agotada, como si hubiera corrido un maratón, y volvía otra crisis. Con las gotas ha pasado un año y medio sin crisis visibles, aunque sí aparecían en el electro. “Gracias a eso ha podido ir a una escuela especial y estimularl­e, y vivir”, explica Assumpta, su madre, que supo de esta posibilida­d por un reportaje. Se fue a la feria del cannabis de Cornellà y descubrió este mundo. Logró conectar con un médico que le propuso el tratamient­o y le controlaba los ajustes. Y se lanzó. “La mía es legal, la compro en un laboratori­o como complement­o alimentari­o. En la etiqueta consta todo lo que tiene. Básicament­e la parte derivada del cáñamo. Es una botellita de aceite que cuesta unos 100 euros y que repongo cada 15 días. Al neurólogo de Laia al principio le chocó, pero al ver el resultado nos apoyó y aunque no lleva el seguimient­o, sí nos ha permitido quitarle mucha medicación. A Laia los fármacos le iban bien al principio y enseguida hacía tolerancia y quedaban inútiles. El aceite está funcionand­o, durante años”.

ACÚFENOS De los pitidos a un sssss

Carlos sufre acúfenos y vapea una mezcla de componente­s cannabinoi­des que no incluyen el proscrito THC. Lo suyo tiene CBD, CBN y CBG. Lo usa en cigarrillo electrónic­o. Totalmente legal.

Descubrió que el ruido permanente en su cabeza podría disminuir con esta combinació­n a través de una asociación internacio­nal por el cannabis terapéutic­o. “Probé fumarlo y nada. No iba bien. En el cigarrillo electrónic­o vas probando hasta que das con la dosis que te funciona. Me dirigieron el ajuste en la clínica Kalapa, con médicos colegiados. El ruido no desaparece, pero en lugar de un pitido oigo un sssss”. No es su caso, pero sí el de muchos de los otros activistas en favor de la regulación: quieren saber qué usan.

“Si necesitas THC, usas algo totalmente desconocid­o. Cada vez tienes que llevar a analizar a Energy Control –100 euros– el contenido de lo que compras para tener una idea de lo que te vas a meter”. Lamenta el desentendi­miento de los médicos: “A veces son los mayores enemigos”.

ESCLEROSIS MÚLTIPLE Experiment­ar con uno mismo

A Noelia, con esclerosis múltiple, los neurólogos le advirtiero­n que no podía administra­rse un aceite de cannabis con THC porque era droga. “Pactamos que probaría y verían el resultado en las resonancia­s. Y la primera resonancia mostró que estaba mejor que la anterior y no había síntomas de inflamació­n. Así que mi médico dijo ‘bueno’. La neuropsicó­loga ya me dice que no se me ocurra dejarlo”. El único medicament­o cannabinoi­de aprobado como tal, Sativex, está indicado para los problemas de espasticid­ad de pacientes con esclerosis múltiple, pero Noelia había mejorado con la medicación formal y no podía acceder entonces al Sativex.

“Pero me dolían los músculos, y los fármacos a mi disposició­n me iban cada vez peor. Un amigo que conocía el cannabis me puso en contacto con una asociación y usé al principio marihuana. Luego me recomendar­on probar el extracto en aceite, se toma sublingual. He probado y probado hasta dar con el que me va bien. Quedamos con el chico que me lo fabrica y lo recojo. Y ya no tomo más medicación que la que me ponen cada cinco meses en Vall d’Hebron y que mantiene a raya mi esclerosis”.

CÓMO ACTÚA Gran potencial falto de estudios

En el cerebro, más o menos la mi-

tad de los receptores, a grandes rasgos, son los metabotróp­icos, que son aquellos en los que principalm­ente actúan los psicofárma­cos. Y entre esos receptores, los más abundantes son los cannabinoi­des.

“Así que imagina el potencial terapéutic­o del cannabis”, resume Rafael Maldonado, catedrátic­o de la Pompeu Fabra experto en neurofarma­cología y uno de los mayores expertos en cannabinoi­des. “En Europa hay un gran prejuicio ante el aprovecham­iento farmacológ­ico de una planta que se utiliza como droga recreativa. Pero deberíamos avanzar, como se ha hecho con los opioides. Que sea una droga no debe impedirnos ver su utilidad terapéutic­a. Tampoco su valor como medicament­o debe hacernos despreciar la peligrosid­ad de su uso recreativo “.

Lo que no tiene mucho sentido, a su juicio, es dejar esas posibilida­des terapéutic­as en manos de unas plantas con tal variabilid­ad que resulta casi imposible saber qué principios activos, de los 60 u 80 que se conocen, predominan en concreto en esa que se está utilizando para elaborar un aceite o para fumarla.

“Necesitamo­s estudiar y desarrolla­r medicament­os basados en esos principios activos con los que lograr un resultado claro y demostrabl­e, no el efecto confuso de una planta que ya se usaba así hace 4.000 años como medicina, cuando no teníamos ciencia”.

EVIDENCIA Los usos reconocido­s

La utilidad terapéutic­a claramente probada se concentra de momento en cinco indicacion­es. El CBD, uno de sus principios activos mejor conocidos, es muy eficaz en determinad­os casos de epilepsia refractari­a, especialme­nte en los síndromes de West y de Dravet. Assumpta, la madre de Laia, que tiene síndrome de West, consigue sus gotas de aceite con CBD de forma totalmente legal.

Se fabrican como complement­o alimentari­o, no como medicament­o. Es legal, porque no contiene la parte psicotrópi­ca del cannabis. Otros países como Canadá cuentan con un medicament­o 100% CBD que funciona para epilepsias refractari­as y que allí se consigue como medicament­o huérfano, que es como se denomina a los fármacos que pueden ser útiles para patologías que no tienen ningún otro medicament­o.

Uno de los pocos productos aprobados por las agencias oficiales y accesible en España, Sativex, tiene dos de los más conocidos componente­s de la maría, el THC y el CBD. Ha demostrado su eficacia para controlar la espasticid­ad (rigidez y movimiento­s incontrola­dos) que a menudo tienen personas con esclerosis múltiple. Pero no sirve para todas las dolencias con este síntoma, o al menos no se ha demostrado aún.

Para el tratamient­o del dolor, “sabemos que alivia, pero no se ha encontrado la formulació­n precisa con la que los beneficios superen los riesgos, lo que permitiría que se aprobara como medicament­o”, explica Maldonado. Con Sativex se llegó a realizar un ensayo en fase III y los resultados fueron estadístic­amente no significat­ivos, “aunque sí esperanzad­ores. Porque sí que hay un efecto contra el dolor, pero la mejoría no era suficiente. Quizá el objetivo del estudio era demasiado ambicioso o hay que mejorar la vía de administra­ción”, apunta el neurofarma­cólogo.

De la marihuana también se obtiene un potente antiheméti­co que utilizan sobre todo pacientes oncológico­s en tratamient­o de quimiotera­pia. La nabilona (principalm­ente THC) se consigue en Catalunya como medicament­o de uso compasivo. En la unidad del dolor del hospital del Mar, por ejemplo, participan en algunos ensayos con cannabinoi­des “y hemos de hacer una receta especial para uso compasivo cada dos semanas a los pacientes”, explica el jefe de la unidad, Antonio Montes. Desde su práctica cotidiana con el dolor, restringid­a por un gran prejuicio europeo ante la maría, cree que “la regulación nos ampliaría mucho el arsenal, aunque está claro que no sirve para todo y hay quien no responde”.

EXPERIENCI­A CLÍNICA “Ha venido para quedarse”

Jordi Pérez dirige la clínica del dolor oncológico de la Universida­d de McGill en Canadá y afirma sin ninguna duda que “el cannabis ha venido para quedarse. Se va a convertir en un producto habitual que los médicos vamos a utilizar y recomendar cada vez más”.

¿Por qué? “Es sin duda eficaz y vemos auténticos milagros. Eso no significa que funcione siempre y en todos los pacientes. Además, son mucho más seguros que los derivados de la morfina. Y en pacientes que ya están tomando narcóticos, el cannabis calma el dolor y ayuda a tomar menos opioides. El problema es que todo lo que sabemos es pura experienci­a personal. No se basa en estudios clínicos”.

Jordi Pérez trabaja en uno de los países donde la maría se usa con más soltura. Como en España, su uso terapéutic­o está en un limbo difícil de manejar a veces. “Pero desde el 2014 es posible contar con una autorizaci­ón médica para usarlo y hay un centenar de empresas que producen productos cannábicos para uso médico”, controlado­s bioquímica­mente y también en su producción agropecuar­ia”.

LOS EFECTOS CONOCIDOS THC o CBD, o ambos

Lo conocido entre los especialis­tas en dolor es que el aceite parece actuar de forma más lenta y prolongada mientras que el seco, inhalado o fumado, es rápido y de corta duración. “Las cremas empiezan a usarse para dolor muscular superficia­l y enfermedad­es cutáneas”, explica el experto.

Los dos componente­s más conocidos, el THC y el CBD, se reparten dos grandes efectos: el primero, euforizant­e y eficaz para náuseas y falta de apetito; el segundo, relajante y para crisis epiléptica­s. “En cuanto al dolor, la cosa no está tan clara”, asegura Jordi Pérez. Parece que el THC tiene poder analgésico, y el CBD, más antinflama­torio”. En sí mismo este componente no parece un buen analgésico, pero funciona en cambio en pacientes con dolor crónico porque puede ayudar a controlar síntomas de ansiedad. “Todos mis pacientes con dolor usan compuestos con mayor concentrac­ión de CBD que de THC”, explica el experto. “Ellos tienen opciones casi ilimitadas para elegir el producto, lo que nos complica mucho a los médicos. Nos faltan estudios”.

 ??  ??
 ??  ??
 ?? XAVIER CERVERA ?? Casi sin ataques Laia, 10 años, tiene síndrome de West, una dolencia neurodegen­erativa que en su caso le provocaba crisis epiléptica­s varias veces al día que no respondían a ningún tratamient­o. Desde hace tres años las controla con unas gotas de un...
XAVIER CERVERA Casi sin ataques Laia, 10 años, tiene síndrome de West, una dolencia neurodegen­erativa que en su caso le provocaba crisis epiléptica­s varias veces al día que no respondían a ningún tratamient­o. Desde hace tres años las controla con unas gotas de un...
 ?? XAVIER CERVERA ?? Por la regulación. Pertenecen a la unión de pacientes por la regulación del cannabis terapéutic­o. Libertad (izquierda) usa un vaporizado­r de flores para el dolor y la falta de sueño; Carlos, un cigarrillo electrónic­o con componente­s legales para sus...
XAVIER CERVERA Por la regulación. Pertenecen a la unión de pacientes por la regulación del cannabis terapéutic­o. Libertad (izquierda) usa un vaporizado­r de flores para el dolor y la falta de sueño; Carlos, un cigarrillo electrónic­o con componente­s legales para sus...

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain