La Vanguardia

Naturaleza reducida a un parque de atraccione­s

-

El gran éxito en número de me gusta y reproducci­ones de las fotos y vídeos de animales colgados en las redes preocupan a los defensores de los derechos del reino animal. Y alertan: “de la emoción o fascinació­n que muchos puedan sentir al visionar esas imágenes y el maltrato de esos seres vivos sólo hay un paso. Se refieren al uso de animales en espectácul­os o la exhibición de los mismos en recintos en los que son encerrados, privándole­s así de su vida en libertad. Es lo que afirman Marta Tafalla y Anna Mulà, inmersas ambas en diferentes campañas para que la naturaleza no acabe reducida a un parque de atraccione­s. Es un problema con difícil solución, pues mientras que los defensores de los zoológicos sostienen que esos recintos resultan claves para preservar la superviven­cia de muchas especies, desde el bando contrario se afirma que detrás de esas instalacio­nes se esconde un lucrativo negocio pensado para satisfacer sólo el capricho de contemplar a un ejemplar, sin importar cuales sean sus condicione­s de vida y en cualquier momento. “El maltrato se comete cuando esos animales son encerrados con el único propósito de obtener dinero con ellos y tenerlos siempre a mano”, indica Marta Tafalla.

Mulà y Tafalla se muestran especialme­nte críticas con esos recintos ideados para exhibir a animales en cautividad. “Son tratados como cualquier otra atracción. Y lo lamentable de algunos de esos centros es que se inventan nuevas estrategia­s para captar más público, como la observació­n de esos animales en sus madriguera­s, la posibilida­d de contemplar­los por la noche, cuando paren o les dan la comida o los curan”. Consideran que esa permanente exhibición pasa factura a esos animales por el ruido, movimiento y olores del público. “Todo eso puede llegar a generar un gran estrés a esos ejemplares tan expuestos, insisten. “Los animales salvajes no tienen ningún deseo de ser observados mientras hacen sus vidas, mientras comen o cuidan a sus crías, y mucho menos en el espacio diminuto y artificial de un zoo”, añade Tafalla. La última polémica relacionad­a con la exposición y uso de animales para entretenim­iento de los humanos ha saltado en el museo Guggenheim de Bilbao. El viernes se inauguró la exposición Arte y China después de 1989: el teatro y el mundo, que en Nueva York generó ya mucha polémica. El foco de la protesta está puesto en gigantes terrarios con anfibios, reptiles e insectos atrapados en su interior. Una puesta en escena que quiere ser una metáfora de la globalizac­ión. Los organizado­res de la exposición afirman que no hay maltrato animal, versión que no convence a los animalista­s, que aseguran que esos animales (no descartan que algunos se coman a otros) estarán encerrados en esa vitrina hasta septiembre. También se protesta por un vídeo en el que se ve a dos cerdos, pintados con letras chinas y latinas, copulando.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain