Israel mata a 58 palestinos que protestaban contra la nueva embajada de EE.UU.
Los militares reprimieron con fuego real a los manifestantes convocados por Hamas que les atacaban con piedras y bombas incendiarias en Gaza
Francia, Alemania y el Reino Unido habían pedido a Israel que respondiera con cautela a la movilización palestina de Gaza contra la apertura de la embajada de Estados Unidos en Jerusalén. Pero, en lugar de eso, el ejército israelí respondió con fuego real a las protestas y causó 58 muertes y 2.771 heridos, según datos recabados al cierre de esta edición.
Al menos 58 palestinos resultaron muertos ayer en la franja de Gaza y 2.771 fueron heridos en enfrentamientos con el ejército israelí. Movilizadas por Hamas, miles de personas se acercaron a la frontera israelí, desoyendo las advertencias de los militares, que respondieron con fuego real al lanzamiento de piedras y bombas incendiarias.
Los palestinos protestaban por la apertura de la embajada de Estados Unidos en Jerusalén y hoy volverán a hacerlo para reclamar el derecho al retorno a los pueblos y ciudades de los que fueron expulsados hace 70 años al crearse el Estado de Israel.
Francia, Alemania y Gran Bretaña pidieron a Israel que respondiera con cautela a las movilizaciones palestinas. Turquía habló de masacre. Estos países, así como la gran mayoría de estados europeos, boicotearon la apertura de la embajada estadounidense por considerar que perjudica la negociación de un acuerdo de paz con los palestinos.
El primer ministro israelí, Beniamin Netanyahu, durante la ceremonia de apertura de la embajada, elogió el papel de sus militares en Gaza. También dijo que “Israel no tiene mejor amigo que Estados Unidos”. El presidente Donald Trump, representado en Jerusalén por su hija Ivanka y su yerno, Jared Kushner, respondió en un vídeo desde EE.UU. Dijo que “Israel es soberano y tiene todo el derecho a decidir dónde está situada su capital”.
Jerusalén se vistió ayer con miles de banderas de EE.UU. y de Israel. La policía reforzó con un millar de agentes una seguridad que de por sí ya es elevada.
Para los palestinos, fue un día especialmente triste. Una ley del Congreso norteamericano obligaba a trasladar la embajada, pero los antecesores de Trump, desde Bill Clinton hasta Barack Obama, habían diferido la orden por temor a la reacción árabe.
Saeb Erekat, jefe de la delegación negociadora palestina, calificó la inauguración de la embajada como “un acto infame y hostil contra el derecho internacional y el pueblo palestino”. Erekat considera que EE.UU., al colocarse claramente del lado israelí, ha enterrado el proceso de paz y la posibilidad de que un día Jerusalén Oriental sea la capital del Estado palestino. “Inaugurar una embajada en Jerusalén –dijo Erekat– es como construir un enclave ilegal en Cisjordania”.
El acto de la embajada también fue boicoteado por 300 árabes israelíes, entre ellos varios diputados, que se enfrentaron a la policía. Hubo varios detenidos.
Hamas había movilizado a unas 40.000 personas, a las que trasladó en autobuses a la zona fronteriza. El ejército había lanzado octavillas advirtiendo que no toleraría la concentración. El objetivo de los manifestantes era penetrar en Israel, y las órdenes del ejército eran impedir el ataque por todos los medios.
Los manifestantes lanzaron piedras y bombas incendiarias atadas a cometas y globos. También quemaron neumáticos. Los soldados dispararon sobre la multitud. Junto a los 58 muertos hubo, al menos, 2.771 heridos, según las autoridades sanitarias palestinas. Una treintena estaba en estado crítico. La mayoría sufría contusiones e intoxicación por los gases lacrimógenos de las fuerzas israelíes. Entre las víctimas había unos 200 menores.
La Marcha por el Retorno –así se llama a la concentración– fue promovida por organizaciones de base en Gaza, pero luego Hamas asumió el mando, en un intento por acallar las críticas que recibe por su mal gobierno en la franja, territorio que controla desde el 2006 y donde las condiciones de vida se deterioran sin parar. Su popularidad está por los suelos.
Desde el 30 de marzo, cuando se iniciaron las protestas, han muerto un centenar de palestinos junto a la frontera israelí en Gaza.
Ayman Odeh, líder en el Parlamento israelí de la Lista Árabe Unida, acusó a Israel de “asesinar a sangre fría a docenas de personas en la franja de Gaza”, y exclamó que “a la fuerza ocupante no le importan las vidas humanas”.
Hoy se espera que haya más violencia. Los palestinos celebran la Nakba (catástrofe), la jornada que conmemora su expulsión del te-
CHOQUES EN LA FRONTERA
Al menos 58 palestinos muertos por el fuego israelí contra las protestas en la franja
HOY ES EL DÍA DE LA NAKBA Hamas ha convocado otra gran marcha contra Israel y por el derecho al retorno