El Barça suspende a 2.800 socios por vender su entrada
El Barça suspende a 2.800 socios por falsificar y vender entradas con sus abonos
Los clásicos siempre han sido grandes días para la reventa. Por eso, el Barça-Madrid del pasado 6 de mayo fue el escenario elegido por el club blaugrana para poner en marcha una actuación contra el mercado negro de billetes para el Camp Nou. La magnitud de lo que destapó la intervención no se la esperaba nadie porque el club detectó 2.823 entradas falsificadas sobre la base de los datos de titulares de carnets de abonados. “Es la acción más importante y contundente contra el fraude y la reventa que se ha hecho en el Barça”, explicó el portavoz de la junta directiva, Josep Vives, que detalló que la entidad movilizó a 120 personas para controlar los accesos al estadio, consciente de que mucha gente espera al choque entre los grandes de la Liga “para hacer su agosto”.
El Barcelona, que ha convertido la lucha contra la reventa en uno de sus principales objetivos, ha dado un golpe al mercado negro que tanto daño económico causa al club. En este caso, la entidad ha calculado que el Barça ha dejado de ingresar 1,5 millones de euros sólo en un partido. “Es un perjuicio al club, a todos”, dijo, contundente, Vives. Se trata de una estimación a la baja. De momento prefieren no pensar en lo que supone en descenso de taquillaje a lo largo de toda una temporada.
La redada planeada por el club fue un éxito y se incautaron las entradas falsificadas como pruebas para la investigación. Aquel día, “para garantizar la seguridad”, el club dejó pasar a los portadores. “Habían pagado de buena fe por una entrada y si no les hubiéramos dejado entrar se habrían querido llevar la entrada y ahora no tendríamos la prueba”. Con los billetes en su poder, el Barcelona ha podido comprobar que hubo precios muy distintos, muy altos, y que hay abonos implicados de casi todas las zonas del Camp Nou.
“Esta acción tendrá consecuencias. Habrá un antes y un después”, vaticinó Vives. El FC Barcelona no se piensa quedar con los brazos cruzados, sino que ya ha trasladado a la comisión disciplinaria del club los datos de los socios que, presuntamente, han cometido la infracción. De hecho, como se espera que el proceso sea largo –son 2.823 implicados y sólo hay cinco instructores para la causa– y pueda durar hasta el final del 2018, la comisión ya ha tomado medidas cautelares y ha suspendido momentáneamente a esos socios, que ya no podrán utilizar su abono el domingo contra la Real en la última jornada de Liga. En total, representan el 3,4% de los abonados del Camp Nou.
Mañana se les comunicará la apertura del expediente por “manipulación de una documentación oficial del club y poner el abono a la venta con la intermediación de redes organizadas”. Con arreglo al artículo 75 de los estatutos, las sanciones pueden ir desde los dos años de suspensión de la condición de socio hasta la expulsión y la pérdida temporal o definitiva del abono al estadio. “Sin contar con el perjuicio económico del que el club querrá resarcirse”, avisó. “Seremos contundentes. Es el momento de actuar. Es importante sanear el club”, insistió, ya que la entidad considera esta acción idónea para erradicar esa praxis tan perseguida.
Desde el Barcelona no dudan de que han destapado una mafia de reventa. “Son entradas impresas falsificadas. No están hechas de forma artesanal ni chapucera, sino de forma masiva. Para eso hace falta una estructura sofisticada”, apuntó Vives, que no se aventuró a decir si podría haber algún trabajador implicado.
ESTIMACIÓN A LA BAJA
El club blaugrana calcula que dejó de ingresar 1,5 millones sólo en el BarçaMadrid del 6 de mayo
“Tampoco sabemos si el cabecilla está entre los socios. De momento sólo los hemos identificado. Después del proceso disciplinario, todo se trasladará los tribunales porque presuntamente la infracción va más allá del marco del club”, añadió.
Además de las 2.823 entradas falsificadas, el club detectó otros 72 carnets “auténticos” con mal uso. Es decir, la reventa a la antigua tampoco se salió con la suya.