La Vanguardia

Rajoy convoca a Sánchez y a Rivera para reconstrui­r la imagen de unidad

El presidente quiere dejar claro que no bajará la guardia ante el nuevo Govern

- CARMEN DEL RIEGO

No era esta la forma en la que el presidente del Gobierno había concebido que devolvería a la Generalita­t de Catalunya su autonomía, pero el acuerdo que aprobó el Senado para aplicar el artículo 155 de la Constituci­ón era claro: su vigencia llegaba a su fin con la toma de posesión de un nuevo Govern, así que en cuanto Quim Torra tome posesión y nombre a sus consellers, el 155 decaerá.

Mariano Rajoy sabe que para ello cuenta con el apoyo del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, con quien ha mantenido una interlocuc­ión fluida sobre Catalunya, y con quien se ha reunido en varias ocasiones, sin hacer públicos los contactos, para analizar como se desarrolla­ba la situación.

Ahora, el presidente del Gobierno, y ante los discursos que ha pronunciad­o el ya investido presidente de la Generalita­t –“no nos gusta lo que hemos escuchado”, dijo el sábado y repitió ayer– ha decidido citar a Pedro Sánchez y a Albert Rivera, por separado, a sendas reuniones en el palacio de la Moncloa.

El objetivo de estos encuentros será analizar la situación y lanzar a la sociedad un nuevo mensaje de unidad sobre lo que hay que hacer en Catalunya, más después de los últimos choques a cuenta de la cuestión catalana entre el líder del PP y el presidente de Ciudadanos, que insiste desde hace algunos días en que no se levante la intervenci­ón de la Generalita­t y continúe vigente la aplicación del artículo 155.

El Gobierno y el PSOE, avalados por informes jurídicos, consideran que no es posible prorrogar esa vigencia, ya que el acuerdo establece que la destitució­n de Carles Puigdemont y su gabinete y la intervenci­ón de la Administra­ción catalana decae en cuanto se designa otro presiConst­itucional–

dent y otros consellers. La única opción legal es la aprobación de otro 155 siguiendo todos los trámites que tuvo que cumplir el que se aplicó el 27 de octubre pero basado en hechos u actuacione­s del nuevo Govern que contraveng­an la Constituci­ón o el Estatut. Hasta ahora, subrayan en la Moncloa, sólo ha habido palabras, declaracio­nes de intencione­s y discursos.

Pero el Gobierno sí quiere dar ese mensaje unitario de que a la mínima volverá a actuar ante los tribunales –por ejemplo, si se recuperan las leyes suspendida­s por el Tribunal o si se crean órganos no contemplad­os en el Estatut para dar alguna cobertura a Puigdemont en Berlín.

Con las reuniones con Sánchez y con Rivera –hoy con el secretario general del PSOE, y el jueves con el líder de Ciudadanos–, Rajoy quiere que no cunda en la sociedad española, y principalm­ente en la catalana, la impresión de que no va a continuar la firmeza contra el independen­tismo, que es lo que, a juicio del Gobierno, ha querido trasladar Ciudadanos a través de sus críticas.

El propio Rajoy insistió ayer en que no le ha gustado nada todo lo que ha visto y oído, pero agregó: “Voy a juzgar los hechos”. Y mientras esos hechos se producen, el presidente del Gobierno subrayó que va a “apostar por el entendimie­nto y por la concordia”. Mano tendida al nuevo president mientras no se salte la ley, pero con las advertenci­as que dejen claro que no va a pasar ni una. Por eso, a esa declaració­n de intencione­s añadió otra: “De la misma manera que digo esto, yo garantizo que la ley, la

El jefe del Gobierno hace una apelación a la “mesura” y a la “tranquilid­ad en estos momentos difíciles”

Constituci­ón española y el resto del ordenamien­to jurídico se van a cumplir”. Rajoy subrayó que su advertenci­a trata de evitar “que nadie se lleve a engaño”.

En una declaració­n ante los medios de comunicaci­ón en Segovia, el presidente del Gobierno también hizo, “en estos momentos, que no son fáciles”, una apelación “a la mesura, a la tranquilid­ad y a dejar de lado la ansiedad, que no conduce a nada, que no resuelve nada y que no es lo que en estos momentos deberían tener las personas para abordar una situación tan compleja como esta”.

Un llamamient­o que puede interpreta­rse que Rajoy hace a Torra, pero que también podría estar dirigido a Albert Rivera, después de que la última semana incluso llegara a dar por roto el acuerdo que sobre Catalunya mantiene Ciudadanos con el PP desde que se convocó el referéndum de 1 de octubre.

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PABLO MARTIN / EFE El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ayer en un acto en el Alcázar de Segovia

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