La Vanguardia

“Nos gritaban: ‘¡Os vais a la LEB!’”

Carles Duran, técnico del Joventut, revisa el proceso que ha facilitado la permanenci­a del club

- SERGIO HEREDIA

Hubo momentos oscuros. Días en los que no se veía la luz. –‘Sois muy malos. ¡Os vais a la LEB!’, nos voceaban en algunas canchas. Por ejemplo, en Murcia.

Eso cuenta Carles Duran (42), el técnico del Joventut.

Hoy, Duran es un tipo orgulloso. Orgulloso de su obra. El alma que ha liderado una reacción sorprenden­te: con él a los mandos, el Divina Seguros Joventut ha sellado su permanenci­a en la Liga ACB. Lo hizo el domingo, al sumar su séptima victoria en ocho partidos (ganó al Montakit Fuenlabrad­a).

Pero antes hubo momentos oscuros. Por ejemplo, en marzo.

En aquel entonces, el Joventut, entidad histórica en el baloncesto de este país, parecía en liquidació­n. Mostraba números rojos, incurría en impagos a la plantilla y se encontraba a la cola de la fase regular, en zona de descenso. Trece derrotas seguidas, había encadenado.

–No creo en los milagros. Pero lo que hemos logrado es espectacul­ar –confiesa Carles Duran.

Ayer era uno de los hombres del día: ofreció un abanico de entrevista­s. Se le buscaba.

–Tampoco voy a opinar mucho acerca de aquella serie de derrotas. Yo no estuve en todas –dice.

Duran había asumido el banquillo del Joventut en febrero. Lo heredaba de Diego Ocampo, desbordado: para entonces, la Penya no jugaba a nada.

Se le pregunta a Duran: –Junto al Madrid y el Estudiante­s, la Penya es el único club que nunca ha descendido. ¿No le agobiaba la perspectiv­a de tomar el mando de un club en crisis?

–Más que agobiado, estaba asustado. Era consciente de que, con el tiempo, la gente podía acabar recordándo­me como el entrenador que bajó a la Penya. También había gente que me criticaba, que decía que no sirvo para la élite. Pensé en eso, pero me podía la ilusión. Este era un reto personal, y estoy muy satisfecho por cómo se ha resuelto.

De hecho, Duran venía de otra entidad en crisis. Salía rebotado del RETAbet Bilbao, al que había dirigido en las primeras nueve jornadas de esta temporada (este fin de semana, los vascos sellaban su descenso).

–¿Y qué hizo para reconducir al vestuario del Joventut, para invertir la inercia negativa?

–Pasaron cosas. Al principio, perdimos algunos partidos por la mínima. Sin embargo, luego ganamos al Gran Canaria y el equipo se sacó la soga del cuello. Empezamos a jugar bien. También hubo algo de suerte. Como en una victoria en el último segundo en Burgos. –¿Qué cambió?

–Nico (Laprovitto­la), el base, empezó a crecer. Había tomado decisiones erróneas ante el Betis o el Obradoiro, pero luego hizo las cosas mejor. También llegó Conger. Su papel fue muy importante: no sabía nada de la Liga, pero tuvo la paciencia de permanecer en el banquillo. Y de fondo estaba el grupo humano.

–¿A qué se refiere?

–No tenemos la calidad del Barça, el Madrid o el Valencia. Pero nunca bajamos la cabeza, ni siquiera cuando nos decían que éramos muy malos y que nos íbamos a la LEB, como nos voceaban en Murcia. Yo intenté mantenerle­s a flote. Si le dices a tus jugadores que son buenos y a continuaci­ón empiezan a ganar, ellos se lo acaban creyendo. Además, nuestro público empezó a venir. Venía a Badalona, pero también nos acompañaba a Zaragoza, a Andorra o a Burgos.

–Y estaba el problema económico. ¿Su resolución fue decisiva?

–Cuando las cosas iban mal, los jugadores estaban pendientes. Todos trabajan para ganar dinero. Si a las derrotas se le suman los impagos y se dice que desaparece­remos si nos vamos a la LEB, todos lo veían negro. El mensaje calaba en el vestuario. Sobre todo, entre los jugadores de la casa. Ventura, López-Arostegui, Vidal o Nogués se planteaban qué sería de ellos. La directiva transmitía tranquilid­ad, decía que quería pagar, pero no había dinero. El vestuario decidió hacer lo que podía, que era ganar partidos. Hoy se nos reconoce como un equipo ganador y que juega bien. Eso me contenta.

–¿Y ahora?

–Ni siquiera sé aún qué va a ser de mí. El Joventut no es un club poderoso en el mercado. Y Laprovitto­la está cedido...

LA FE

“Laprovitto­la empezó a crecer, la llegada de Conger fue esencial, y la plantilla se lo creyó”

LOS IMPAGOS

“Todos trabajan para ganar dinero: si a las derrotas le sumas los impagos, el problema cala”

 ?? TONI ALBIR / EFE ?? Nogués, Gielo y el resto de la plantilla celebrando junto a su afición la permanenci­a del Joventut, el domingo en el Palau Olímpic de Badalona
TONI ALBIR / EFE Nogués, Gielo y el resto de la plantilla celebrando junto a su afición la permanenci­a del Joventut, el domingo en el Palau Olímpic de Badalona

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