La carrera de Derecho de Pablo Casado, bajo lupa en la Complutense
El vicesecretario del PP aprobó 12 materias, la mitad de la licenciatura, en cuatro meses
La onda expansiva del caso Cifuentes ha impactado de lleno en el vicesecretario de comunicación del PP, Pablo Casado, cuyo máster de la Universidad Rey Juan Carlos está siendo investigado por la juez del caso y que ayer tuvo que hacer frente a la acusación de haber obtenido también trato de favor en la consecución de su licenciatura de Derecho en la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
El rectorado de la Complutense ya ha solicitado al Centro de Estudios Cardenal Cisneros –adscrito a ella y donde Casado completó su carrera en el 2007 tras haberla iniciado en 1999 en Icade– toda la información relativa al expediente universitario de Casado para dilucidar si ha habido alguna irregularidad, aunque ha adelantado que descarta el trato de favor. La información la revelaba ayer el rotativo madrileño El Mundo, citando a personal del centro, que asegura que el PP presionó para que se ofrecieran facilidades a Casado para terminar sus estudios, una vez que fue elegido diputado regional en Madrid.
Casado, que desde la crisis Cifuentes ha aparecido en las quinielas como candidato del PP de Madrid, bien para el Ayuntamiento o bien para la presidencia regional, defendía ayer la limpieza de su formación universitaria, aseguraba que aprobar 12 asignaturas –la mitad de la licenciatura, que constaba de 25 materias– en sólo cuatro meses no tiene nada de excepcional, y negaba categóricamente haber recibido un trato especial por parte de la Universidad Complutense.
Visiblemente enojado, Casado apareció ayer para desmentir la insinuación de que pudo haber presiones políticas en su favor, y aseguró estar siendo víctima de “escarnio” por parte de los medios de comunicación a pesar de haber dado explicaciones exhaustivas respecto a su expediente académico. Desafió a cualquier profesor a denunciar públicamente si había faltado al deber de ecuanimidad con sus alumnos para beneficiarlo, “porque entonces habría prevaricado”, y se quejó en tono áspero de vivir “en una absoluta indefensión, en una campaña de calumnias que ya lleva un mes en marcha”.
La controversia sobre la formación de Casado llega cuando su nombre suena como uno de los hombres fuertes del nuevo equipo madrileño con el que contaría el presidente del Senado, Pío García-Escudero. Con Ciudadanos disparado en los sondeos –ayer su portavoz en la Asamblea, Ignacio Aguado, pedía explicaciones adicionales a Casado– y el PP regional asolado por la sucesión de corrupción y escándalos, García-Escudero ha recibido la encomienda de Mariano Rajoy para reflotar la organización regional y llegar con posibilidades a las autonómicas y municipales del 2019.