Bodas de plata flamenca
Arcángel, Jorge Pardo, La Tana y Chicuelo, en el cartel
El festival Ciutat Flamenco estrena su 25.ª edición, con once espectáculos de muy diferente factura que volverán a mostrar la clave de su exitosa longevidad, la combinación del flamenco más transgresor con los tintes más clásicos.
El festival Ciutat Flamenco, que con el paso del tiempo ha devenido referencia del mapa cultural de Barcelona, arranca mañana la edición de su 25º aniversario con once espectáculos de muy diferente factura. Una propuesta que se extenderá por nueve espacios distintos de la ciudad hasta el 27 de mayo y en donde volverá a mostrar la clave de su exitosa longevidad, la combinación del flamenco más transgresor con los tintes más clásicos.
Los encargados de inaugurar el festival, hoy en la sala Apolo (21 h), serán los miembros del grupo Aurora, una formación experimental surgida de la Escola Superior del Taller de Músics y que, según su pianista, Max Villavecchia, “no es un grupo de flamenco al uso” pues no tiene guitarra ni cajón “pero sí baile y cante, que es lo que le da el sabor flamenco”.
Este arranque es muy coherente con la filosofía que subyace en el festival porque, tal como comentó en su presentación el responsable de producción del mismo, Xavi Torres, el Ciutat Flamenco busca siempre “ser transgresor, experimentar y traer artistas que estén trabajando líneas nuevas, pero siempre con un gran respeto por los clásicos y la tradición”. En este misma línea se sitúa uno de los pesos pesados del programa, el flautista y saxofonista Jorge Pardo, que presentará Djinn, una apuesta de “flamenco mezclado con una amalgama de jazz y música urbana”, que supone “la apuesta más arriesgada y experimental del festival”, según Torres: órganos Hammond, teclados con sonidos ácidos, dándose la mano con samples de cantes añejos o sesiones cercanas al soul, trap o poesía hip hop.
El presidente y fundador del Taller de Músics, Luis Cabrera, recuerda que el festival nació en 1993 en la sala Jazz Sí cuando la cita aún se denominaba Festival de Flamenco Ciutat Vella, una edición aquella que “acogió entre otros a Enrique Morente y Chicuelo. Después de dos años en ese local del Raval recaló, sucesivamente en la plaza dels Àngels, en el CCCB y el Mercat de les Flors, “en la época en que lo llevaba Cesc Casadesús y en donde el baile tuvo un destacado protagonismo”, rememora Cabrera.
Ahora, el Ciutat Flamenco es, como dijo Torres, “más ciudad que nunca”, pues han creado un tejido entre distintos escenarios de Barcelona y se han repartido por toda la ciudad en espacios de significativo atractivo: sala Apolo, Palau de la Música, El Born Centre de Cultura i Memòria, Taller de Músics 24, Barts, El Dorado Sociedad Flamenca, Hiroshima, l’Auditori y el Auditori de Sant Martí. Como dice Cabrera, resumiendo la pervivencia de la cita por él auspiciada así como de otros elementos como el número de tablaos existentes en la capital, “todo esto demuestra que Barcelona es una primera plaza del flamenco”.
Otros atractivos del cartel de este año es la simbiosis de artistas consagrados, como La Tana y el guitarrista Chicuelo –“es todo un lujo escuchar a La Tana, porque posee una voz profundamente flamenco muy difícil de escuchar en la actualidad”, advierte Cabrera–, así como músicos de géneros distintos, como el cantaor Arcángel y el grupo Las Nuevas Voces Búlgaras. En este caso se tratará del primer espectáculo ideado y desarrollado por el conocido cantaor, Al este del cante, donde revisitan en clave ultraemotiva a Morente, Camarón y García Lorca.
El programa del festival lo completan el guitarrista José María Gallardo y la bailaora Ana Morales; Mariola Membrives y la Piccola Orchestra Gagarin; la cantaora Argentina; el guitarrista Rycardo Moreno; el Euskal Barrokensemble liderado por Enrike Solinís; una propuesta familiar oficiada por Flamenkat; y Tablao de Músics, un combo integrado por estudiantes de la escuela de flamenco del Taller de Músics.