Roma, ensimismada
El líder ‘grillino’ advierte que Italia no será “subalterna de ningún burócrata”
Un borrador del acuerdo entre el populista Luigi Di Maio, del M5E, y Matteo Salvini, de la xenófoba Liga, alarma a la Unión Europea al defender que Italia no debe someterse a la burocracia de Bruselas.
Condonación de 250.000 millones de euros de deuda soberana, creación de un mecanismo para salir del euro, renegociación de los acuerdos migratorios y de la contribución italiana al presupuesto comunitario... Las peores pesadillas que el tándem Luigi Di Maio-Matteo Salvini provocaba en la UE han cobrado vida con la filtración de un borrador del acuerdo de gobierno que negocian en Italia el Movimiento 5 Estrellas y la Liga.
Aunque ambos partidos aseguran que no hay nada definitivo, las medidas que se leen en el documento de 39 páginas, publicado la noche del martes por la edición italiana del Huffington Post, desató ayer las alarmas en Bruselas e hizo temblar a los mercados.
Las dos formaciones trataron de calmar los ánimos con un comunicado conjunto en el que subrayaron que se trata de “un borrador del lunes por la mañana”, que ya ha sido “superado y ampliamente modificado”.
Desde hace una semana, el populista M5E de Di Maio y la ultraderechista Liga de Salvini, los dos partidos que quedaron en cabeza en las elecciones legislativas del 4 de marzo, están negociando un posible gobierno después de dos meses y medio de bloqueo.
Entre las polémicas medidas que salieron a la luz, los dos partidos proponen revisar los tratados de la UE, especialmente el Pacto de Estabilidad, que obliga a los estados miembros a mantener el déficit por debajo del 3%. También plantean pedir al Banco Central Europeo (BCE) que condone a Italia 250.000 millones de euros en títulos del Estado y así reducir la deuda pública italiana, la segunda mayor de la eurozona, crear un mecanismo que permita a los países salir del euro “si hay una clara voluntad popular”, exigir la “reubicación obligatoria y automática” de los solicitantes de asilo en otros países europeos o suprimir las sanciones a Rusia.
El documento suscitó una avalancha de reacciones en la prensa italiana, donde muchos criticaron la “ingenuidad” de las propuestas. “Destruir Italia para hacer daño a Europa”, señalaba La Repubblica. La Bolsa de Milán perdió un 2,32% al cierre y la prima de riesgo se disparó un 15,14%, hasta los 150,60 puntos.
Tanto Di Maio y Salvini se mostraron ayer desafiantes con la UE y advirtieron que no sucumbirán a sus presiones. El líder grillino dijo que entendía que el futuro Gobierno italiano “pueda asustar a un cierto grupo de poder europeo” y añadió: “Con la UE habrá el máximo diálogo pero no seremos subalternos de ningún eurócrata”. Di Maio ya había cargado el martes contra las críticas que están recibiendo de “cualquier eurócrata que no ha sido votado por nadie”.
El líder liguista tampoco se quedó atrás: “Cuanto más nos insultan, cuanto más nos amenazan, cuanto más nos chantajean, más deseo tengo de emprender este desafío”, declaró Salvini en un vídeo emitido en directo a través de su página de Facebook.
Ambos líderes proseguían anoche el maratón de negociaciones, con el escollo todavía abierto de quién será el primer ministro, un cargo que ambos codician. El Corriere della Sera apuntó que una posibilidad es que se turnen.
El futuro gobierno de Italia pretende que el BCE condone 250.000 millones de deuda y que se pueda salir del euro