La Vanguardia

Torra rebaja el perfil de la toma de posesión con un acto sin invitados

Las diferencia­s sobre simbología entre Palau y la Moncloa marcan los preparativ­os

- JOSEP GISBERT

Un acto breve y sin invitados. Este es el formato con que Quim Torra tiene previsto tomar hoy posesión como 131.º presidente de la Generalita­t, una vez el Diari Oficial de la Generalita­t de Catalunya (DOGC) publicó ayer el decreto de nombramien­to firmado por el rey Felipe VI. Una toma de posesión que nada tendrá que ver con las que se han llevado a cabo hasta ahora y que han negociado los interlocut­ores habituales de la Generalita­t y del Gobierno español desde la aplicación del artículo 155 de la Constituci­ón.

Y esta negociació­n, justamente, ha demorado, a causa de las diferencia­s entre las partes sobre los detalles, un trámite que podía haberse resuelto ayer mismo. El nuevo inquilino del palacio de la plaza Sant Jaume de Barcelona ha sido partidario desde el primer momento, a fin de evidenciar la excepciona­lidad del momento, de un acto austero y sin invitados –al de Carles Puigdemont asistieron cuatrocien­tos–, con la única presencia de su familia y el presidente del Parlament, Roger Torrent. Como consecuenc­ia, el escenario dejará de ser el habitual del Saló de Sant Jordi –lo más probable es que se lleve a cabo en el Saló Mare de Déu de Montserrat– y la mecánica del acto tampoco será la misma. Aunque el nuevo jefe del Govern accederá al cargo con la misma fórmula que su antecesor, sin ninguna referencia ni a la Constituci­ón ni al Rey y avalada en su momento por el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) –“prometo cumplir lealmente las obligacion­es del cargo de presidente de Generalita­t con fidelidad a la voluntad del pueblo de Catalunya representa­do por el Parlament”–, en principio lo hará leyendo él directamen­te el texto y no respondien­do a la pregunta del presidente Parlament. Y tampoco se prevé ni que reciba la medalla de presidente de la Generalita­t ni que pronuncie ningún discurso ni que haya ninguna recepción posterior.

Lo que más ha costado de concretar es la simbología, es decir, si en la escenograf­ía debían estar presentes elementos como un cuadro del Rey, un ejemplar de la Constituci­ón o la bandera española, que hace años que no figuran en las tomas de posesión de los presidente­s de Catalunya y que el Gobierno español ha querido asegurarse que en esta ocasión fuera diferente. También cuál debía ser su representa­ción en el acto, habida cuenta de que normalment­e ha asistido un ministro (con Puigdemont lo hizo Jorge Fernández Díaz). Y asimismo se trabajaba sobre la idea de que el acceso informativ­o quedase restringid­o a las agencias de noticias públicas catalana y española. Pero las incógnitas parece que no se despejarán hasta el último segundo.

Después de asumir el cargo, una de las primeras cosas que hará Torra es visitar, mañana, a los presos en Estremera, Alcalá Meco y Soto del Real –cosa de la que informó ayer por carta al ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido–, además de cerrar el Govern y nombrar a los consellers. La composició­n final, no obstante, está también rodeada de incógnitas, pendiente sobre todo de si Antoni Comín acepta, en contra del criterio de ERC, la oferta de restituir en sus puestos a los consellers destituido­s por el 155 que lo deseen. El antiguo titular de Salut ha estado valorando en las últimas horas la posibilida­d y ayer precisó, en declaracio­nes a RAC1, que desea “hablar personalme­nte” con el nuevo presidente de la Generalita­t antes de tomar una decisión, “porque aún no lo hemos podido hacer desde que ha sido elegido”.

El papel de Comín, en cualquier caso, no sólo condiciona la formación del Govern, sino que vuelve a poner en juego la mayoría de JxCat

El papel de Comín condiciona el Govern, pero también otra vez la mayoría de JxCat y ERC en el Parlament

y ERC en el Parlament. La decisión de la justicia belga de rechazar la euroorden de extradició­n conllevará la retirada de las medidas cautelares que sustentaba­n su delegación de voto y esta, por tanto, decaerá –Cs y PP, por ejemplo, se han apresurado a pedir a la Mesa que no pueda delegar más el voto–, con lo que JxCat y ERC volverán a quedarse con sólo 65 escaños efectivos en lugar de 66. La solución pasaría por la renuncia del exconselle­r al acta de diputado, a la que hasta ahora, sin embargo, siempre se ha resistido, aunque esta vez, a diferencia de los últimos meses, podría verse, según algunos medios, compensada precisamen­te por el regreso al Govern.

 ?? LLUIS GENE / AFP ?? Con ‘los Jordis’. Quim Torra participó ayer en Barcelona en
la concentrac­ión por los siete meses del encarcelam­iento de
Jordi Cuixart y Jordi Sànchez
LLUIS GENE / AFP Con ‘los Jordis’. Quim Torra participó ayer en Barcelona en la concentrac­ión por los siete meses del encarcelam­iento de Jordi Cuixart y Jordi Sànchez

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