La UE lanza una oferta para evitar la guerra comercial con EE.UU.
Oferta para mejorar el acceso de los coches norteamericanos al mercado europeo
Coches por acero. Es la oferta que lanzó ayer la Unión Europea en un intento de evitar la guerra comercial con Estados Unidos. En dos semanas entrarán en vigor los aranceles norteamericanos del 25% sobre las importaciones de acero, y del 10% sobre el aluminio, lo que desataría inmediatamente las represalias europeas provocando una peligrosa escalada. El ofrecimiento que ha puesto sobre la mesa la UE es negociar una rebaja de los derechos de entrada sobre la importaciones de coches procedentes de Estados Unidos, uno de los objetivos más buscados por Washington. Como compensación se pide más acceso de los europeos a los mercados de contratación pública norteamericanos, algo que Bruselas ya perseguía en los tiempos en qué se negociaba el fallido TTIP. Pero el punto de partida esencial en que insiste ahora la Unión Europea es que para empezar a negociar tiene que desaparecer la amenaza de los aranceles sobre el acero. En palabras del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, “no negociaremos con una espada de Damocles sobre nuestras cabezas. Es una cuestión de dignidad”. Su planteamiento es que “queremos una exención ilimitada de las medidas arancelarias propuestas. Si Europa obtiene una exención ilimitada, estamos preparados para comenzar negociaciones”.
La oferta la pactaron los jefes de Gobierno de la UE en la reunión que mantuvieron el miércoles y el jueves en Sofía. En el fondo, es un compromiso, un equilibrio entre la dureza de Francia, más determinada a no ceder a las amenazas norteamericanas, y la flexibilidad de Alemania, que quiere evitar a toda costa la escalada. Como gran país exportador, los germanos serían los más perjudicados por una batalla comercial. En declaraciones a los periodistas, Berlín y París enviaron el mismo mensaje. La canciller alemana, Angela Merkel, manifestó que “tenemos una posición común. Queremos una exclusión permanente (de los aranceles del acero) y entonces estaremos preparados para hablar de cómo podemos recíprocamente reducir las barreras al comercio”. Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, afirmó que “hemos sido muy explícitos. No puede haber ninguna discusión detallada con Estados Unidos hasta que tengamos una exclusión permanente”.
Además de tarifas sobre coches y acceso a mercados de contratación pública, la UE ofrece también profundizar la cooperación energética, en especial, sobre el gas natural licuado. Además ofrece defender conjuntamente con Estados Unidos
Jean-Claude Juncker: “No negociaremos con una espada de Damocles sobre nuestras cabezas”
una reforma de la Organización Mundial de Comercio (OMC) para “garantizar la igualdad de condiciones para todos”.
Un ofrecimiento para evitar la guerra comercial, pero con condiciones, y también con la advertencia del presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, que cada día suelta una perla verbal dirigida contra Wahsington. Si el miércoles dijo que “con amigos como Trump, ¿quién necesita enemigos”, el jueves criticó la imprevisibilidad de la actual administración norteamericana. Afirmó que es un verdadero problema geopolítico cuando tu amigo más cercano actúa de forma impredecible: “No es una broma, es la esencia de nuestro problema con nuestros amigos del otro lado del Atlántico. Puedo estar de acuerdo con Trump cuando dice que la imprevisibilidad puede ser una herramienta muy útil en política, pero sólo contra enemigos u oponentes. La imprevisibilidad es realmente lo último que necesitamos cuando somos amigos”.
Por otro lado, la UE reafirmó su determinación de salvar el acuerdo nuclear con Irán. Hoy activará su escudo defensivo, la “ley de bloqueo” para neutralizar los efectos extraterritoriales de las sanciones norteamericanas. Una protección, sin embargo, de efectos limitados.