Una voz de la resistencia
DOINA CORNEA (1929-2018) Disidente del régimen de Nicolae Ceausescu
Doina Cornea es nombre de resistencia en Rumanía. Esta disidente del régimen de Nicolae Ceausescu será recordada por su empuje a derrocar el comunismo durante la década de los ochenta. Según informaron sus familiares, murió el pasado 4 de mayo en Cluj, en el noroeste de este país de Europa del Este.
“Cornea encarnaba el coraje rumano, era la voz de la libertad y la esperanza; será recordada como una heroína femenina para las futuras generaciones”, dijo el presidente de Rumanía, Klaus Iohannis, en unas palabras de pésame.
La familia la despidió en un funeral católico y reservado, como la vida que había llevado los últimos años, retirada de la actividad política y centrada en su fe.
Nacida el año 1929 en el seno de una familia humilde en la localidad de Brasov, Cornea se trasladó joven a Cluj, centro cultural de la región de Transilvania. Se casó con un abogado, estudió Filología y se convirtió en profesora de francés en la universidad Babes-Bolyai. Molesta con el poder comunista desde los años sesenta, Cornea no alzó la voz hasta la última década de esta etapa política, con una carta el año 1982 que haría historia. Bajo el título A aquellos que no han parado nunca de pensar, las palabras de Cornea que denunciaban el abuso de poder del gobierno fueron emitidas en la radio Europa Libre, establecida en la ciudad de Munich. Sería la primera de una treintena de publicaciones que enviaría a la radio y también la punta de lanza de la represión que sufriría por parte de la Securitate, la policía secreta de Ceausescu.
Aquel mismo año, Cornea fue expulsada de la universidad y sometida a una serie de amenazas y persecuciones que culminaron el año 1987, cuando fue arrestada en Cluj-Napoca con su hijo, Leontin Iuhas, por distribuir más de un centenar de octavillas en apoyo a los trabajadores de Brasov que se habían alzado contra Ceausescu, o el Conducator, como se hacía llamar el dirigente.
Por esta acción, fueron encarcelados dos meses y sometidos a arresto domiciliario durante los dos años siguientes. La otra hija, Ariadna, hacía tiempo que se había exiliado en Francia.
La revuelta del año 1989 (que acabaría con la ejecución sumarísima del dirigente y más de 1.000 muertos en todo el país) la cogió en casa pero al ser liberada a finales de diciembre, el activista no dudó a tomar parte de las protestas y apoyar la transición política.
Entró en el Frente de Salvación Nacional, el partido que tomó las riendas del poder las semanas posteriores a la revuelta. Sin embargo, salió enseguida, en enero de 1990, por discrepancias políticas. Cornea comulgó con el centro-derecha de Rumanía, dando apoyo a la Convención Democrática que agrupaba los democristianos y los liberales del país. Lucharía por los derechos humanos y por el retorno de la iglesia católica griega (venía de una familia de esta tradición), que había sido reprimida durante la etapa de Ceausescu.
En reconocimiento a su actividad, Cornea recibió la más alta distinción de su país, La Estrella de Rumanía (2000), la cruz de la Orden de San Gregorio Magno (2003) por parte del papa Juan Pablo II y la cruz de la Legión de Honor de Francia (2009). Las ansias de libertad, la lucha por los derechos civiles y su fe en el catolicismo marcaron su figura y también la historia de su país.