La Vanguardia

UN PEQUEÑO ARLINGTON

-

El legado trágico de Mont-Valérien no se acaba con el recuerdo de los fusilamien­tos. En la ladera oriental de la colina, que ofrece una panorámica espectacul­ar sobre París, está ubicado un cementerio militar estadounid­ense, el único en Europa donde se hallan enterrados, juntos, soldados que cayeron en las dos guerras mundiales. Allí reposan 1.541 militares muertos en la primera de las contiendas. En aquel conflicto perdieron la vida más de 81.000 soldados norteameri­canos, en parte como consecuenc­ia de los combates y también por los efectos de la devastador­a gripe española. Muchos de los que están enterrados en Mont-Valérien falleciero­n en hospitales de la región parisina en los meses posteriore­s al armisticio. Además, se dio sepultura a 24 militares muertos durante la II Guerra Mundial y cuya identidad nunca pudo determinar­se. Los terrenos del cementerio, de algo más de tres hectáreas, fueron cedidos a perpetuida­d por el Estado francés, sin ninguna carga tributaria. Lo administra directamen­te una agencia del Gobierno de Estados Unidos. El camposanto, abierto al público casi todos los días del año, está siempre impecable. El césped es una alfombra perfecta; los árboles de la avenida principal, podados con mimo. Las cruces, las estrellas de David y las lápidas –todas de mármol blanco– resaltan sobre el verdor de la hierba. Recuerda mucho el cementerio de Arlington, junto a Washington. Ese gran santuario nacional estadounid­ense se replica, en miniatura, en otros lugares del mundo donde el país libró guerras y sacrificó a sus hijos.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain