Suecia instruye a sus ciudadanos sobre cómo actuar en caso de guerra
La seguridad está en horas bajas. El cambio climático amenaza con desastres naturales, internet con ciberataques, el islamismo radical con ataques terroristas y algunas potencias con su fuerza militar. Por eso, el Gobierno de Suecia ha decidido preparar a sus ciudadanos por si tienen que afrontar una crisis o una guerra, en una actualización de un libro de instrucciones que no emitía desde el año 1961, en plena guerra fría.
En un comunicado emitido el lunes, fuentes del Ejecutivo anunciaron que la semana que viene enviarán a los 4,8 millones de hogares del país el librito titulado Si llega la crisis o la guerra para enseñarles cómo resistir a las adversidades. El folleto ya está disponible en internet y tendrá versiones en sueco, inglés y una decena de idiomas más. Además, el Gobierno proporcionará atención telefónica y electrónica a los ciudadanos que lo deseen.
Entre las 20 páginas del librito (que nació en la Primera Guerra Mundial) se pueden leer recomendaciones cómo qué debe contener una caja de emergencia (pasta, tortitas, sardinas y otros alimentos enlatados y desecados), cómo potabilizar agua o ahorrar calefacción. También se pueden encontrar sugerencias como guardar dinero en efectivo por si los cajeros dejan de funcionar, tener teléfonos de emergencia, saber comunicarse o detectar noticias falsas en casos de guerra y crisis, así como indicaciones sobre la localización de búnkeres, túneles y sótanos de protección.
“Todos deben saber cómo las crisis pueden afectar a la sociedad, qué responsabilidad tienen los individuos y cómo éstos pueden prepararse para enfrentarse a situaciones difíciles”, dice Christina Andersson, jefa de la campaña de sensibilización de la Agencia sueca de Contingencia Civil.
El folleto reconoce que, aun- que Suecia es un país menos peligroso que muchos otros, la seguridad general es “inestable” e “impredecible”, por lo que es esencial informar a los ciudadanos de “situaciones de emergencia, crisis en tiempo de paz y, en el extremo, de la guerra”.
Aunque el Gobierno del socialdemócrata Stefan Löfven no identifique ningún peligro específico en su campaña, más que generalidades, está claro que una de las amenazas más temidas por Estocolmo es el incremento de operaciones militares rusas en el mar Báltico desde el 2014, cuando Rusia se anexionó Crimea. El país nórdico ha acusado a Moscú de repetidas intromisiones injustificadas en el espacio aéreo sueco, algo que el Kremlin siempre ha negado o directamente omitido.
Como reacción a las supuestas amenazas, Suecia ha enviado este año tropas a la isla báltica de Gotland y en el 2016 acordó restablecer el servicio militar obligatorio para hombres y mujeres. Este gesto del Gobierno concuerda con la decisión de aumentar el gasto militar en 2016. Suecia, junto con Finlandia, no forma parte de la OTAN y mantener el equilibrio con Rusia es una de sus principales prioridades.
Pese a tanto alarmismo, lo cierto es que Suecia no ha estado en guerra desde hace más de 200 años, cuando en el siglo pasado, en 1814, se enfrentó a su vecina Noruega.
El Gobierno enviará un folleto a los 4,8 millones de hogares; una campaña que no realizaba desde 1961