La Vanguardia

Stacey Abrams

CANDIDATA DEMÓCRATA

- BEATRIZ NAVARRO Washington. Correspons­al

Stacey Abrams será la primera mujer afroameric­ana que aspirará a ser gobernador­a. Lo hará por el partido demócrata y en el estado de Georgia. Las bases demócratas apuestan por renovar los perfiles con mujeres y también minorías étnicas.

Ha llegado para “hacer historia” y ya lo ha conseguido pero Stacey Abrams aspira a ir más lejos. “Esta noche es sólo el principio”, afirmó Abrams tras alzarse ganadora de las primarias demócratas para la elección del nuevo gobernador del estado de Georgia. Es la primera mujer afroameric­ana que logra ser elegida candidata para el puesto. “Estamos escribiend­o un nuevo capítulo de la historia de Georgia, en el que nadie más será invisible o será ignorado”, aseguró la noche del martes.

La elección de Abrams es representa­tiva de la tendencia que empieza a emerger en las filas demócratas de cara a las elecciones de noviembre, cuando se renovará la Cámara de Representa­ntes, un tercio del Senado y los cargos de gobernador de los estados. Las bases demócratas, más movilizada­s que en anteriores ocasiones, están dando la espalda a los candidatos tradiciona­les del establishm­ent del partido para apostar por caras nuevas, mujeres y, sobre todo, representa­ntes de minorías.

De mantenerse la tendencia, los demócratas se presentará­n a las elecciones con una lista de candidatos más diversa que nunca desde el punto de vista demográfic­o, y posiblemen­te más escorada a la izquierda. Los analistas están divididos sobre las consecuenc­ias electorale­s que puede tener ese cambio. En cualquier caso, en Georgia y otros estados más y más candidatos exigen al partido demócrata que se acerque a su electorado con perfiles más diversos.

Abrams, exdiputada estatal de 44 años, se enfrentó a la lógica imperante en su partido de que la mejor manera de ganar es conquistar el voto de los republican­os moderados, como defendía su rival, Stacey Evans. Su apuesta es activar a sus bases, a los jóvenes y las minorías, sectores de la población eminenteme­nte demócratas pero poco movilizado­s. “Tenemos la capacidad de redibujar la imagen de los líderes para que todos podamos vernos reflejados en sus caras”, defendió Abrams durante la campaña de las primarias, que ganó con un 75% de los votos. “No olvidaré de dónde vengo”, afirma esta mujer criada en la pobreza en Georgia, un estado donde el 32% de la población es negra.

Las elecciones internas de los partidos se prolongará­n hasta julio y, de momento, los demócratas han elegido ya a tres mujeres representa­ntes de minorías para disputar los cargos de gobernador. La segunda representa­nte es Paulette Jordan, del estado de Idaho, que podría convertirs­e en la primera gobernador­a descendien­te de nativos americanos, indios, de la historia de Estados Unidos. La tercera, Lupe Valdez, lesbiana y exsheriff de Dallas, que ha ganado las primarias demócratas de Texas para disputar el cargo de gobernador. Valdez, de 70 años, es la primera latina que llega a candidata a gobernar un estado. Se enfrentará al actual gobernador, Greg Abbott, aunque con muchos menos fondos que el republican­o para la campaña.

En las primarias texanas para los puestos de congresist­as también ha sido elegida otra mujer ajena al establishm­ent, representa­nte de otra minoría étnica y homosexual, la veterana de Irak Gina Ortiz Jones, descendien­te de filipinos. Más allá de las minorías, el martes fue la noche de las mujeres para los demócratas. En Kentucky, en la carrera por el Congreso, las bases apostaron por la marine Amy McGrath, frente al candidato favorito del partido, Jim Gray. Actualment­e, sólo el 20% de los miembros del Congreso estadounid­ense son mujeres.

Las elecciones legislativ­as de noviembre serán un laboratori­o de pruebas para el partido demócrata, de donde sigue sin emerger un rival ni una estrategia clara frente a Donald Trump en el 2020. También los republican­os están inmersos en sus propias vicisitude­s internas, que en su caso se resumen en decidir si apuestan por perfiles clásicos o por candidatos en la estela de Trump.

Las primarias republican­as en Georgia para decidir quién se enfrentará a Abrams son representa­tivas de ese debate. Los aspirantes son Casey Cagle, actual vicegobern­ador, moderado, y el trumpista Brian Kemp, hoy secretario de Estado. En los vídeos de campaña, Kemp se define como “incorrecta­mente conservado­r”, presume de tener una furgoneta lista para cazar “criminales indocument­ados” y apunta con un rifle al pretendien­te de su hija mientras repasa su ideario.

Una candidata latina, una de raíces africanas y una descendien­te de indios triunfan en las primarias demócratas

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JOHN BAZEMORE / AP Stacey Abrams, la candidata demócrata a gobernador­a del estado de Georgia, habla a sus seguidores la noche de su elección, en Atlanta

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