Una juez prohíbe a Trump bloquear a sus críticos en Twitter
El fallo juzga que el presidente vulneró la primera enmienda de la Constitución
La barra libre no sólo funciona para Donald Trump. El presidente estadounidense, el más mentiroso de la historia contemporánea según los cálculos mediáticos, se cree imbuido de la capacidad de decir lo que sea y, a su vez, impedir que otros le respondan con idéntica moneda.
Una juez federal del tribunal del distrito sur de Nueva York, Naomi Buchwald, decretó ayer que la decisión del presidente Trump de bloquear a seguidores de su cuenta de Twitter que son críticos es una práctica que viola la primera enmienda de la Constitución.
“Ningún cargo oficial está por encima de la ley, incluido el presidente”, subrayó Buchwald.
La magistrada consideró que el esfuerzo de Trump por silenciar a sus detractores no está permitido, a partir de la citada norma que regula la libertad de expresión, porque el espacio digital es un foro público. Esta resolución se produce a instancias de la denuncia de siete usuarios de esa plataforma que fueron bloqueados por la cuenta @realDonaldTrump después de que criticaran al presidente. Su cuenta de Twitter cuenta con 52 millones de seguidores.
Los demandantes, que contaron con el apoyo de Knight First Amendment Institute de la Universidad de Columbia, argumentaron que la cuenta de Trump es una cuenta oficial del Gobierno y su bloqueo atentaba contra ese primer mandamiento de la convivencia ciudadana en EE.UU.
“Mientras debemos reconocer, y somos sensibles, a los derechos del presidente respecto a la primera enmienda, él no puede ejercer esos derechos en el sentido de infringir ese mismo derecho de aquellos que le critican”, escribió la juez Buchwald.
Los letrados del Gobierno argumentaron, en descargo de la demanda, que esos individuos a los que se bloquea el acceso todavía podían entrar en el tuit del presidente. La magistrada coincide en esa apreciación, si bien matiza que prohibir a esos usuarios interactuar directamente con el presidente en Twitter representa una violación real aunque “sea una estrecha rebanada del discurso”. Naomi Buchwald fue nominada a juez federal en 1999 por el presidente Clinton.
En su decisión señala que Dan Scavino, director de redes sociales en la Casa Blanca, “ejerce un control gubernamental sobre ciertos aspectos” de la cuenta en Twitter del presidente. De esta manera, excluir a determinados individuos está proscrito en la Constitución y no se puede justificar precisamente invocando esa primera enmienda. Es un verdadero correctivo en el sentido de que Trump se presentó ante los electores como un auténtico defensor de la Constitución seguida al pie de la letra, sin ambages.
“Estamos muy complacidos con la decisión del tribunal”, afirmó Jameel Jaffer, director del citado Knight Institute. “La práctica del presidente de bloquear en Twitter a sus críticos es una actuación perniciosa y anticonstitucional. Confiamos en que esta resolución pondrá fin a esto”, añadió Jaffer en un comunicado.
La Casa Blanca no tuvo una reacción inmediata. Trump estaba ocupado en alentar sospechas sobre aquellos que le investigan.
“Ningún cargo oficial está por encima de la ley, incluido el presidente”, escribió la juez Buchwald