El PNV aprueba los presupuestos del Estado y da dos años más a Rajoy
Esteban admite frustración por su fracasada mediación entre Catalunya y Madrid
El PNV no ha querido asomarse al abismo de empujar al trastabillado Gobierno de Mariano Rajoy tumbando sus cuentas. La aprobación de los presupuestos generales del Estado del 2018 permite al Ejecutivo del PP completar los dos años que restan de legislatura, si obstáculos de otra naturaleza no lo impiden, en estos días tan dados a la convulsión y el sobresalto.
Los jeltzales, explicó su portavoz en el Congreso, Aitor Esteban, abominan de unas elecciones anticipadas en las que PP, PSOE y Ciudadanos compitan por quién arrea más fuerte a Catalunya y Euskadi, quién enarbola más alta la bandera uninacional y quién pone más énfasis en prorrogar la suspensión del autogobierno catalán. Y cita como prueba las declaraciones del líder del PSOE, Pedro Sánchez, pidiendo endurecimiento del Código Penal contra los independentistas y manifestando su disposición a aplicar de nuevo el artículo 155 a la menor anomalía. “Es peligrosísimo”.
El grupo vasco está convencidos, por eso, de que la mejor manera de acelerar la suspensión del artículo 155 es contribuir a la precaria estabilidad de la legislatura. Esteban, haciéndose el misterioso, manifestó su “convencimiento y conocimiento” de que el 155 será suspendido de forma “inminente”. Esas fueron las palabras que empleó el diputado, que no dejó de hacer patente su decepción ante el independentismo catalán por su incapacidad para formar un ejecutivo que permita la restitución del autogobierno y de la Generalitat. No eran amonestaciones dirigidas a los diputados catalanes, ni siquiera a PDECat y ERC, sino más bien a la facción legitimista de Junts per Catalunya. “Nuestro objetivo ha sido y sigue siendo que se retire el 155. Querría entender que todos están actuando en ese sentido”, lanzó en probable alusión a la maniobra de Quim Torra de nombrar consellers a políticos en prisión, un gesto que no parece haber gustado nada en Sabin Etxea. Y añadió, para despejar dudas: “La conformación de un Govern sin tacha que alegar y que, por lo tanto, haga efectivo el levantamiento del 155, es inminente. No lo digo a humo de pajas, lo digo con conocimiento de causa”. Por eso, añadió, “sería curioso ver cómo rechazamos unos presupuestos tan importantes para Euskadi y en pocos días tuviéramos un Govern”.
La comparecencia de Aitor Esteban, llena de sobreentendidos, tuvo expresiones inequívocas de reproche por los infructuosos intentos del PNV para reconducir la crisis, mediando entre Catalunya y Madrid, dirigidos tanto al Gobierno central, al que exigió la publicación de los nombramientos de Torra, como a la estrategia do-
SUSPENSIÓN DEL 155 “Habrá un Govern sin tacha de forma inminente”, asegura el portavoz del PNV
PRÓXIMA ESTACIÓN Rajoy anuncia para junio la celebración del debate sobre el estado de la nación
minante en el independentismo: “No me arrepiento en absoluto de haber dado cobertura a Catalunya durante todos estos meses, y de haber contribuido a buscar soluciones, a hacer las cosas responsable y racionalmente. Hemos actuado de buena fe, generosamente, queriendo ayudar. Pero que tampoco piense nadie que nos chupamos el dedo y no conocemos todas las circunstancias”.
El diputado vasco, para despejar las dudas de a quién iban dirigidas sus reconvenciones, cortocircuitando la posible tentación de Carles Puigdemont de arrastrar al PNV al frente antiestatal, tuvo palabras de encomio y agradecimiento para cuantos diputados catalanes habían manifestado en estas semanas su comprensión hacia la tesitura del PNV, una caricia que parecía dirigida sobre todo al portavoz de ERC, Joan Tardà, que manifestó públicamente que no haría ningún reproche al grupo vasco en caso de votar los presupuesto, y que hoy encarna la faz más posibilista del independentismo catalán.
Ni el PDECat ni ERC hicieron sangre por eso con la decisión del grupo vasco. Carles Campuzano, portavoz de PDECat, señalaba que la pugna de Catalunya no es con el grupo vasco –“el adversario político de Catalunya no es el PNV, es quien ha puesto en marcha el 155: el PP, el PSOE y Ciudadanos”, dijo– y también urgió al presidente a publicar el decreto de nombramiento de consellers.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el hombre que se ha apuntado otro triunfo, se felicitaba subrayando que los siete grupos que finalmente han apoyado los presupuestos (PP, Ciudadanos, PNV, UPN, Coalición Canaria, Nueva Canarias y Foro Asturias) son una prueba de que “hay nivel en la política española”, una evidencia que le resulta “reconfortante e inteligente”.
Rajoy dijo no estar al corriente de ningún indicio sobre una inminente conformación de “un Govern sin tacha”, pero sí expresó su deseo de que Torra elija un gobierno funcional para suprimir el 155, algo que los ganadores del 21-D “podían haber hecho ya en enero”.
Con las cuentas salvadas, anunció que, si nada lo impide, en los próximos días se reunirá el Consejo de Política Fiscal y Financiera para emprender la reforma de la financiación autonómica y adelantó su voluntad de pactar con los grupos del Congreso la celebración del debate sobre el estado de la nación el próximo mes de junio.
Los rostros de fatigado alivio entre los diputados populares y los miembros del Gobierno, concluida la sesión de ayer, hacían patente la tensión vivida en un pleno de presupuestos agitado y agónico. Entre sus socios, no todos parecían contentos por un pacto que puede ser el fin de la entente de las derechas españolas: acabada la sesión y mientras algunos ministros felicitaban al presidente, Cristóbal Montoro y Albert Rivera se topaban de frente en el arranque de la escalera del hemiciclo y evitaban saludarse. Mirarse siquiera. La antipatía entre los dos principales impulsores de estas cuentas es patente. Vienen curvas.
Rajoy, con la ansiada bola extra ya en el capazo, quitó hierro a la descortesía y abrazó su proverbial inclinación al aforismo candoroso: “Lo importante hoy no es lo anecdótico”. Mañana, tal vez.