Valentí Fuster, catalán universal
Desde hace años mantengo una especial relación de amistad con Valentí Fuster, marqués de Fuster y un catalán universal. Jefe médico del hospital Monte Sinaí de Nueva York, director general del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III de Madrid y académico de honor de la Real Academia de Gastronomía (RAG), es uno de los grandes investigadores de nuestro tiempo y el mejor cardiólogo del mundo.
Autor de una meritoria labor docente, ha sabido difundir el mensaje de que los hábitos de alimentación saludable se han de transmitir de forma intensa desde la infancia (junto a la promoción del ejercicio físico, el control de las emociones y el conocimiento del funcionamiento del cuerpo). Lo hizo, precisamente, en su delicioso libro Monstruos supersanos, con el apoyo de los personajes de Barrio Sésamo. Y otra de sus grandes obras es La cocina de la salud, escrita en colaboración con Ferran Adrià y el periodista Josep Corbella.
En la misma línea creó la Fundación SHE (Science, Health and Education) con el objetivo de conseguir mejorar la salud integral de la población, con especial énfasis en la juventud. SHE mantiene un acuerdo de colaboración con la RAG, porque ambas organizaciones compartimos muchos de nuestros objetivos.
Premio Príncipe de Asturias en 1996, Fuster ha recibido numerosos reconocimientos gastronómicos: el premio Memorial a la Personalidad Gastronómica del Año y en el 2009 el premio Gregorio Marañón al mejor científico relacionado con el mundo de la alimentación, concedidos ambos por la RAG y la Cofradía de la Buena Mesa. A escala internacional, relacionado con la gastronomía, recibió en el 2009 el Grand Prix de la Science de l’Alimentation, que concede cada año la Academia Internacional de Gastronomía.
Recientemente, concedió una entrevista en España en la que, desde la humildad y la sabiduría que siempre le han caracterizado, aseguraba que “la máquina humana es muy compleja y que se sabe muy poco del cerebro y el corazón”.
Desde hace tiempo, reivindicamos desde la RAG la cocina de las cuatro eses: saludable, solidaria, sostenible y satisfactoria. En la definición de estas cuatro características esenciales, la obra y la vida de Valentí Fuster han sido absolutamente decisivas, pero siempre desde una visión global de promoción de la salud del individuo, preferentemente desde la infancia, que integre la alimentación con el resto de los hábitos de vida saludables.