Letizia visita el barrio más pobre de Haití
La Reina cierra en Cité Soleil su tercer viaje de cooperación
Pobres entre los pobres. La Reina cerró ayer su tercer viaje de cooperación, que le ha llevado a República Dominicana y Haití, en Cité Soleil, el suburbio más mísero de Haití, más incluso que las zonas rurales en las que, al menos, se puede cultivar algún alimento. Visitar la zona es recorrer el mapa de la miseria donde viven hacinadas decenas de personas en barracas, sin agua, ni luz, ni servicios. En medio de este caos, sin embargo, emerge la labor de un grupo de monjas de la orden de San Vicente de Paúl, comandadas por la religiosa navarra Pilar Pascual, que lleva 38 años viviendo en Haití.
La Reina, como hicieron la reina Sofía en el 2009 y María Teresa Fernández de la Vega, a la sazón vicepresidenta del Gobierno, en el 2010, visitó el centro Sainte Louise de Marillac, un “oasis”, como lo define la hermana Pilar Navarro, en el que se atiende a un millar de niños haitianos sin recursos gracias a la ayuda de la cooperación española. Un cartel de “Bienvenida, reina Letizia” recibió a la comitiva a la entrada de un recinto que además de con una escuela a la que acuden un millar de niños de entre 3 y 12 años, también cuenta con un centro de salud donde cada día atienden a más de 250 madres y sus bebés. La Reina se acercó a algunas de las mujeres, que portaban a sus hijos, para intercambiar algunas palabras y cogió en sus brazos a varios pequeños para mostrarles su cariño y hacerles carantoñas. El centro, que se levantó hace 40 años sobre un antiguo vertedero, se completa con un comedor en el que, además de sustento, se ofrece a las madres nociones de nutrición para que puedan aprovechar los escasos recursos de que disponen.
En el patio del colegio, un grupo de niños cantó y bailó para la Reina, emocionada por la alegría de los pequeños, su cariño, sus caras de asombro y por los lazos tan bien puestos en las coletas de las niñas. Besaba y se dejaba besar por decenas de niños, felices de la visita y por la fiesta. Por la noche, tras mantener un almuerzo con el presidente Jovenel Moise y su esposa, Martine Etienne, y un encuentro con un grupo de cooperantes españoles, la Reina emprendió camino de regreso a Madrid.
Las monjas españolas de San Vicente de Paúl ofrecen amparo y educación a un millar de niños haitianos