Rosell sigue en prisión un año después
La Audiencia Nacional rechaza el último recurso del expresidente del Barça por supuesto riesgo de fuga
La Audiencia Nacional decidió ayer mantener en prisión incondicional al expresidente del FC Barcelona Sandro Rosell. Lo hizo por enésima vez –han sido múltiples los recursos rechazados–, justamente el día en que se cumplía un año desde que Rosell fue detenido por blanqueo de capitales. Durante este tiempo, el expresidente blaugrana ha tratado de dar seguridad a la Audiencia sobre su voluntad de no eludir la acción de la justicia. Pero todo ha sido inútil.
La juez encargada del caso, Carmen Lamela, y luego la Sala Penal de la Audiencia Nacional se han mostrado invariablemente inflexibles. Creen que hay riesgo de fuga, y de ahí no se han movido. Rosell, por tanto, va a seguir en la cárcel como preso preventivo, a la espera de un juicio que no llega. De hecho, no hay fecha aproximada previsible para la vista.
La historia de este proceso judicial
LA REACCIÓN
La defensa, “indignada” por la inmovilidad de la Audiencia Nacional y la falta de avances en la causa
puede resumirse en la imposibilidad de convencer a los jueces de que las gestiones de Rosell para renegociar las condiciones de las transmisiones de partidos de la selección brasileña no causaron perjuicios a su federación de fútbol, a pesar de la aportación de documentos favorables al expresidente azulgrana, facilitados por ese mismo organismo. Dicha federación ha certificado que no sufrió perjuicios por los contratos gestionados por Rosell, sino que, muy al contrario, obtuvo beneficios, y que dobló sus ingresos por cada partido de la selección canarinha.
La Audiencia, sin embargo, sigue sin desviarse un milímetro de las tesis de la Fiscalía en el sentido de que Rosell consiguió hacerse ilícitamente con casi 15 millones de euros gracias a esa labor, y que luego blanqueó sus ganancias. La Fiscalía se aferra a este argumento –junto al del riesgo de fuga– para pedir que Rosell siga en prisión. Considera que el expresidente blaugrana fue “máximo responsable de una organización dedicada al blanqueo de capitales” que entre el 2007 y el 2011 “habría realizado operaciones financieras tendentes a ocultar la verdadera procedencia y titularidad de los fondos por un importe total de 14.973.328 euros que se distrajeron en perjuicio de la Confederación Brasileña de Fútbol y en favor de su presidente, el sr. Ricardo Terra Teixeira”.
El auto dictado ayer por la Audiencia hace suyas estas tesis, y cita que de acuerdo con las calificaciones de los hechos realizadas por la Fiscalía a Rosell se le acusa de un delito de blanqueo de capitales “específicamente agravado por su comisión en el seno de una organización criminal”. Y subraya que por todo ello “la pena susceptible de serle impuesta” por esta “infracción estaría comprendida entre los seis y los nueve años de prisión”. La Audiencia también cree, junto a la Fiscalía, que el riesgo de que Rosell se fugue deriva de sus relaciones e intereses fuera de España. Lo mismo afirma con respecto a Joan Besolí, gestor andorrano socio de Rosell y cuyo recurso también ha sido rechazado.
La resolución cita, por otra parte, una conversación con Teixeira en la que éste menciona la posibilidad de instalarse en un país del que no pueda ser extraditado. A este respecto, la defensa –a cargo del letrado Pau Molins– siempre ha sostenido en sus recursos que en dicho diálogo quien plantea esa posibilidad es Teixeira, no Rosell. Molins manifestó ayer a La Vanguardia que se sentía “indignado” ante la decisión y los argumentos dados por la Audiencia y por la falta de progreso de la causa, imprescindible para cerrar definitivamente la investigación.