Tres días de alta montaña para decidir el Giro

El Giro 2018 entra hoy en su tríptico decisivo, tres etapas de montaña consecutivas para confirmar el triunfo de Simon Yates o la reacción de alguno de sus adversarios, entre los que el único con opciones sólidas es Tom Dumoulin. Ayer se produjo un final al sprint, con victoria de Elia Viviani, su cuarta etapa de esta edición. Pero el panorama cambia desde hoy mismo, con el final en la estación de Prato Nevoso, una ascensión de 13,9 kilómetros a un desnivel medio del 6,9%.

El Giro tiene dos precedentes en Prato Nevoso, en 1996 (ganó Tonkov) y en 2000 (Garzelli). Pero más recientemente llegó a esta estación al sur de Turín el Tour de Francia, con victoria de Simon Gerrans (2008) en un polémico final con Egoi Martínez, del Euskaltel.

Más complicada se prevé la jornada de mañana, con el sterrato (casi 8 kilómetros sin asfalto) del Colle delle Finestre, que culmina a 2.178 metros, y luego final en el alto de Jafferau. Y como remate, el sábado llegará el tradicional tappone alpino, con 4.000 metros de desnivel acumulado que se concentran además en los últimos 90 kilómetros de la jornada, en el valle de Aosta. Se trata de superar, encadenadas, las subidas al Tsecore (16 kilómetros con largos tramos por encima del 12% de desnivel), Saint Pantaléon (16,5 km al 7,2%) y finalmente la ascensión hasta la meta de Cervinia, con 19 kilómetros al 5% de media. El trofeo senza fine, la peculiar y preciosa copa del Giro, espera al campeón, el domingo en Roma.