Guía para cambiar al presidente
Sánchez, pese a no ser diputado, podrá defender la moción en el Congreso
Pedro Sánchez protagonizará el segundo intento de la legislatura para desalojar a Mariano Rajoy de La Moncloa y lo hará a través de una moción de censura, el principal instrumento de la oposición para exigir responsabilidades en el Congreso. Unidos-Podemos ya presentó, defendió y perdió la votación de una moción de censura contra el presidente del Gobierno en junio del 2017. Ahora lo intentará el PSOE, que necesita el voto a favor de 176 diputados para que Sánchez pueda ser presidente.
Para poner en marcha el mecanismo de la censura, la Constitución (artículo 113) establece que deben proponerlo al menos una décima parte de los diputados (35) mediante un escrito motivado para la Mesa del Congreso que debe incluir un candidato a la presidencia. Así lo hizo ayer el Grupo Socialista.
Pedro Sánchez no es diputado, pero puede ser candidato a presidente del Gobierno, ya que basta con ser español y mayor de edad. Y, como aspirante, será quien intervenga en el pleno del Congreso para defenderla. Aunque no sea diputado (renunció a su escaño en octubre del 2016, en plena crisis del PSOE por la abstención que facilitó la investidura de Rajoy, para recuperar el liderazgo del partido).
La moción será admitida a trámite por la Mesa del Congreso en su reunión del lunes por la tarde, previsiblemente, o en la del martes. A partir de ahí se abre un plazo de dos días por si otros grupos quieren presentar candidatos alternativos. La fecha del debate y votación la fijará la presidenta del Congreso, Ana Pastor, de acuerdo con el candidato. No podrá ser antes de los cinco días siguientes desde su presentación, establece el reglamento de la Cámara (artículo 177.4), lo que descarta que el pleno sea la próxima semana.
En realidad, podría tardar unos cuantos días más. Pastor se reunirá con Sánchez para conocer las condiciones del candidato respecto a la fecha del pleno. Quizás al líder socialista le venga bien un poco de margen para negociar los apoyos que necesita para sacar adelante la propuesta. La presidenta del Congreso es quien tiene la potestad de convocar el pleno, subrayan fuentes parlamentarias, pero escuchará a Sánchez. No sólo hablarán de la fecha, también del formato de la sesión, que variará en función de si se presentan otros candidatos, como permite la Constitución. Y tendrá en cuenta, como es natural, la agenda de Rajoy y del Gobierno.
Para salir adelante, la moción de censura necesita el apoyo de la mayoría absoluta del Congreso: 176 diputados de 350. Las negociaciones se prevén intensas. El PSOE tiene 84 diputados y cuenta con los 67 votos de Podemos, que le apoyarán para relevar a Rajoy. Son 151. Necesitará también el apoyo de Ciudadanos (32), o bien una combinación de diversos grupos parlamentarios.
Si el Congreso aprueba la moción de censura, el Gobierno deberá presentar
Ana Pastor convocará el pleno tras hablar con el candidato y ver qué tiempo necesita para reunir apoyos
su dimisión al Rey y se procederá a la elección del nuevo presidente según el mecanismo dispuesto para cualquier investidura.
La Constitución prohíbe la disolución de las Cortes mientras esté en trámite la moción de censura, por lo que Mariano Rajoy no tiene la potestad de convocar ahora elecciones generales. Sin embargo, podría hacerlo una vez se resuelva la moción de censura. Si Pedro Sánchez es investido presidente, él también puede convocarlas cuando quiera, ya que ha transcurrido ya un año desde la última disolución de las Cortes, en mayo del 2016.