Melissa Odabash, el Ferrari de los bikinis
La diseñadora desfila en la Fashion Weekend de Eivissa
Melissa Odabash tal vez no sea un nombre conocido, pero sus piezas las suelen llevar Sienna Miller, Kate Moss, Elle Macpherson, Cindy Crawford, Heidi Klum, Beyoncé o las Kardashian. Reprodujo los bañadores de lady Di que lució Naomi Watts en la película Diana y también la vistió de baño en Lo imposible. Y por si no fuera suficiente, diseña los trajes de baño de la duquesa de Cambridge y de Pippa Middleton. Esta estadounidense (48) lo sabe todo sobre la ropa de baño, fue modelo, hasta que se decidió a crear su propia colección en 1998, después de sentirse frustrada con los bikinis mal hechos con los que tuvo que desfilar. “Cuando comencé, había alrededor de 15 marcas en todo el mundo que producían trajes de baño, pero pocas vendían fuera de la temporada estival”, explica Odabash en Eivissa, donde participó ayer en la Mercedes-Benz Fashion Weekend.
Aprendió sobre la marcha, y una madre y un hijo materializaban sus diseños en un pequeño taller milanés. Su suerte cambió cuando se mudó desde Roma a Londres, tras conocer a quien hoy es su marido, Nicolás de Santis, medio italiano, medio español. Su primer triunfo fue con Tyra Banks y Naomi Campbell luciendo diseños suyos en Sports Illustrated, pero su gran oportunidad llegó cuando los almacenes Harvey Nichols aceptaron sus prendas. Un año después, en 1999, Vogue definía su colección como el “Ferrari de los bikinis”. Odabash mostró ayer su colección Gold, 20 piezas para celebrar los 20 años de su firma. Son prendas glamurosas, en tejidos dorados y plateados. Para la pasarela ibicenca recupera un icónico bañador blanco de rejilla que lució Jennifer Lawrence, pero reinterpretado con ribetes en oro. Los setenta están muy presentes en los caftanes y las camisolas de crochet, pensadas para lucirlos como ropa de calle. Odabash explica que se ha inspirado en los “años dorados” de la discoteca Studio 54 de Nueva York para crear prendas elásticas sin pliegues “que se puedan vestir en cualquier ocasión, no necesitan plancha y ocupan poquísimo espacio en la maleta”. Una prenda que aún no ha creado pero que sería un gran desafío para ella es “un traje pantalón; mi marca es conocida por sus líneas limpias y sus siluetas elegantes, me encantaría poderlas llevar a la sastrería”. ¿Y el secreto para que un bañador siente bien? “Un buen corte y un buen tejido. La elegancia la dan los colores y los estampados”.