El hombre más tranquilo
Zinédine Zidane compareció en el Olímpico de Kíev en su perfil más bajo y discreto. Después de la rueda de prensa de humor chispeante de Jürgen Klopp, Zidane asumió el papel de veterano un poco de vuelta de todo. Sus respuestas adoptaron un aire un tanto funcionarial y desprovisto de emoción, como si fuera la rutina anual que se cumple cada año, un mensaje que sus dos capitanes habían desmentido unos minutos antes. Preguntado Sergio Ramos sobre cuál era, a su juicio, su final de Champions más importante, el de Camas cogió la pregunta al vuelo: “Siempre la de mañana (por hoy)”.
El mejor Zidane surgió avanzada la rueda de prensa, cuando creyó entender que alguien le preguntaba quién había sido mejor jugador, si Jürgen Klopp o él. Levantó unos poco una ceja como si fuera Ancelotti y contestó “como jugador yo he sido un poco mejor”, lo que levantó amplias risas en el auditorio, “pero como entrenador él tiene más experiencia”, recordó el francés.
A Zidane se le vio en todo momento tranquilo, tanto que al final tuvo que responder sobre su estado emocional. “Estoy contento de poder vivir otra final. Este momento nunca lo vamos a vivir otra vez. Vivimos muchas cosas, pero hoy y mañana nunca más. Lo tenemos que aprovechar. Si durante el partido tengo presión, no pasa nada. Es la vida. Mejor. Es ser humano. Somos emoción pura y si tengo un poco de presión, mejor, más bonito”.
Con Zidane por en medio siempre se le pregunta si se siente valorado. El entrenador prefirió pensarse la respuesta: “Sí, por qué no. A veces, no. Es la vida. Lo que me importa es hacer las cosas bien, darlo todo y luego las consecuencias no son tan importantes”.
El Zidane más reconocible surgió al final, cuando mostró su pesar por los jugadores que “
EL PEOR MOMENTO
Hay jugadores que no van ni a cambiarse, y ellos ya lo saben. Es mi responsabilidad”
“
LA PRESIÓN
Esto es la vida. El ser humano es emoción pura; si tengo presión, pues mejor, es más bonito” no van a jugar: “Es el peor momento para un entrenador, y más en una final. Hay jugadores que no van ni a cambiarse, y algunos que no jugarán. Ellos lo saben y es una parte de mi trabajo que tengo que asumir. Es mi responsabilidad”. Zidane puede hacer historia, pero ni eso parece ponerle nervioso.