La mujer que aspira mandar en Túnez
SUAD ABDERRAHIM GANÓ EL PASADO 6 DE MAYO LAS ELECCIONES DE TÚNEZ; UN TRIUNFO QUE LA PUEDE CONVERTIR EN LA PRIMERA ALCALDESA DE LA CAPITAL DE LA REPÚBLICA TUNECINA
Suad Abderrahim cumple a pies juntillas con la popular cantinela tunecina: “Estoy orgullosa de ser quien soy y me da igual lo que piensan los demás”. Los que la conocen saben de su extraordinaria autoestima y su pundonor. El pasado 6 de mayo rompió moldes al alzarse con una victoria histórica en el Ayuntamiento de la ciudad de Túnez, capital de la República Tunecina. Ahora, tras el triunfo, teje alianzas para poder coronarse como la primera alcaldesa de la ciudad y hacerlo en los primeros comicios realmente libres de la historia reciente del país.
A pesar de la elevada abstención (64,4%), las elecciones municipales tunecinas no amagan un trasfondo histórico. Marcan, para empezar el fin de la transición política iniciada tras la caída del dictador Zinedin el Abidin Ben Ali, cuando huyó del país y se refugió en Arabia Saudí, dando inicio a la revolución tunecina. También representan un primer e importante paso en el proceso de descentralización de un país eminentemente jacobino. Por último, gracias a una nueva ley electoral, de las más ambiciosas del mundo en la promoción de la paridad de género, la mujer tunecina da un paso al frente y asume posiciones reales de responsabilidad política. Por primera vez, la ley electoral se basa en el principio de paridad tanto vertical como horizontal. Es decir, el género de los candidatos no sólo se debe alternar de forma consecutiva en cada papeleta, sino que los partidos que se presentan en más de una circunscripción deben situar como cabezas de lista el mismo número de hombres y de mujeres.
Con su victoria, Suad Abderrahim se ha convertido en una de las mujeres más influyentes de la República Tunecina. A sus 53 años, dirige una de la más importantes empresas farmacéuticas de Túnez y lleva ya unas cuantas muescas en la culata de su carrera política. Cuando estudiaba Farmacia, fue la primera mujer fundadora y miembro del comité ejecutivo de la Unión General Tunecina de Estudiantes, en 1985; un movimiento disuelto desde Ben Ali. También tiene en su haber ser una de las primeras mujeres que se presentaron en el 2011 como cabezas de lista a las elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente. Incluso pasó dos semanas en prisión por participar en una pelea entre izquierdistas e islamistas. Después de ser expulsada de la universidad, aprovechó su vuelta estudiantil para abandonar el velo y adquirir un look más occidental.
Tras tomarse un periodo sabático, regresó al ruedo político después de la primavera árabe para incorporarse como independiente al partido islamista conservador, Enahda. A pesar de reconocer el componente islamista de su partido, Abderrahim defiende que el Enahda ha sabido adaptarse a la realidad del pueblo tunecino y ella, personalmente, rechaza la definición islamista y se define como independiente.
Sin embargo, la fama le precede, y no son pocos los que ven en la líder una vertiente radical. Buena parte de culpa de ello la tienen unas declaraciones que Abderrahim realizó el año 2011, justo después de la revolución: “Las madres solteras son una infamia, una plaga para la sociedad tunecina, y no deberían aspirar a un marco legal que proteja sus derechos”. La idea, que le persigue desde entonces y de la que ahora reniega, levantó ampollas entre los defensores de los derechos humanos y le valió el epíteto de ‘Suad Palin’, en una clara referencia a la política estadounidense extremadamente conservadora, Sarah Palin, del movimiento ultra Tea Party.
Los resultados oficiales de las elecciones municipales del 6 de mayo han puesto a Suad Abderrahim a las puertas de la alcaldía de Túnez, la capital del país. Sin embargo, no ha obtenido la mayoría de los asientos: el partido islamista ganó 21 escaños de un total de 60, seguido por Nidaa Tounes, con 17. Por lo tanto, Enahda tendrá que ganarse el apoyo de la mayoría absoluta de los concejales municipales en torno a la oferta de Suad Abderrahim.
Su dura crítica a las madres solteras ha llevado a que la califiquen como la Sarah Palin tunecina