La diva de Barbados que lanza su marca de lencería
En una de sus apariciones recientes más sonadas, Rihanna llevaba un impactante vestido de la colección Artisanal (alta costura) de Maison Margiela. Con una mitra de papisa incluida y diseñado por Stephen Jones, su ingenioso estilismo se convirtió en la auténtica estrella del Heavenly Bodies, la temática de la reciente gala MET de 2018. Ahí dio una auténtica lección de moda a la mismísima Anna Wintour –que portaba un rosario y se autodenominó Cardenal de Chanel–, pero sobre todo calentó motores para su nuevo desembarco empresarial porque sólo unos días después (el viernes pasado) lanzó por fin su colección de lencería.
Se llama Savage x Fenty y, claro, la anuncia ella misma con una sugerente campaña en la que posa con uno de sus modelos. La gran sorpresa, sin embargo, es que Rihanna (que ya triunfa en la industria de la moda de la mano de Puma x Fenty y arrasa en la de la belleza con Fenty Beauty) no ha hecho una colección cualquiera. Lejos de lo que se había visto en las redes antes del lanzamiento (un par de vídeos con esas fotografías suyas y música) las prendas que vende en exclusiva en savagex.com son para todas las tallas. Pero sobre todo para las grandes.
Es decir, tal como también ha hecho con su línea cosmética, otra vez vuelve a apostar por la diversidad. Por eso en el teaser que desvela detalles de la colección aparece ya la modelo de tallas grandes Audrey Ritchie con uno de sus diseños y el catálogo muestra conjuntos de ropa interior que comienzan en la XS pero llegan hasta la 3XL.
Con unas fotos protagonizadas por modelos de cada una de esas tallas muestra sus propuestas de ropa interior, corpiños y bombachas, bodies, pijamas y batas. Todo se puede consultar y adquirir desde su e-shop, que cuenta con shipping worldwide, desde donde las usuarias pueden ver virtualmente cómo les sienta esta moda íntima de Rihanna que apuesta por las combinaciones de blanco y negro y amarillo y lila, pero sobre todo por detalles en forma de encajes, plumas, sedas y gasas.
Está claro que la cantante de Barbados sabe convertir en negocio todo lo que toca. Y la posibilidad de vestir todas las tallas es su nuevo reto, más ahora que ella misma ha admitido que ha cogido varios kilos y que, además no le importan. De hecho, tras la 60a edición de los Grammy, en que fue una de las grandes protagonistas cantando junto a Wild Thoughts, en las redes sociales solo se habló de su aspecto. Algunos aseguraron que está embarazada, muchos la criticaron duramente por su aumento de peso y una minoría la felicitó por saber lucir tan bien sus curvas.
Y ella, la diva, salió al paso como mejor sabe. Sin complejos. Respondió a los trolls con un vídeo del 2015 en que aparece comprando en una tienda Cheetos. La persona que la graba dice “en dos minutos ya tienes cuatro snacks”, entonces una amiga de Rihanna se acerca a la cámara para responder: “Tú la estás juzgando, deja de juzgarla”. Con este vídeo, acompañado por el mensaje en que la cantante escribe: “¿Alguien me ha llamado gorda?”, seguido de emoticonos llorando de risa, es como zanjó el asunto.
También de forma práctica y divertida se sacó de encima hace nada a la periodista de Access Hollywood cuando le preguntó con insistencia si tenía previsto asistir a la boda de Meghan Markle y el príncipe Enrique.
“Os conocisteis en un viaje en el Caribe”, le decía la periodista, y Rihanna, demostrando su gran sentido del humor respondió: “Puesto que tú también me has conocido ahora, ¿crees que vendrás a mi boda? ¿Me invitarás a la tuya?”.