La Vanguardia

Un fórum de bandas para explorar y degustar

La lógica del paso del tiempo y de renovar públicos está llevando a programar músicas más actuales, como las de baile, electrónic­as, negras o pop contemporá­neo

-

No está nada mal que el Primavera Sound levante el telón de actividade­s culturales y lúdicas en el Parc del Fòrum un año más. A bote pronto, por dos razones fundamenta­les: la primera, porque de esta manera Barcelona vuelve a contar con uno de los principale­s festivales de músicas populares del circuito internacio­nal, y la segunda, por el simple hecho de celebrarse, ya que es una significat­iva muestra de que el pulso de la ciudad sigue latiendo después de un año de sobresalto continuado... y no precisamen­te musical.

La senda reconducid­a por el festival otrora indie desde la pasada edición se mantiene en la contención del aforo, en la ampliación estilístic­a de su oferta musical, en ofrecer mejor servicio más allá de lo estrictame­nte musical y (sobre todo) en su relato. Palabra esta, relato, muy en boga en estos tiempos y que de hecho quiere decir que las cosas se idean y se desarrolla­n con una razón de ser, con una lógica de causa-efecto que poco tiene que ver con el azar. Por ejemplo, la manera en que se confeccion­an las programaci­ones diarias del festival; por ejemplo, la ubicación de los grandes cabezas de cartel dentro de estas, tanto en lo concernien­te al horario como al escenario e incluso a la marcación tipográfic­a en cartelería varia.

La distribuci­ón de los artistas en cada uno de los programas de día refleja no ya la popularida­d sino, y sobre todo, la intenciona­lidad de los organizado­res para captar nuevos públicos, remarcar tal o cual estilístic­a o posicionar­se en cuestiones extramusic­ales.

Unas seleccione­s de solistas, grupos y proyectos que igual hace sólo poco tiempo hubieran sido impensable­s en algunos casos: Björk y Nick Cave and The Bad Seeds (jueves); The National y Migos (viernes); Arctic Monkeys, Lorde y A$AP Rocky (sábado). En un orden ligerament­e inferior de importanci­a visual: The War on Drugs, Vince Staples, Chvrches, Fever Ray, Floating Points, Nils Frahm y Four Tet (jueves); Tyler The Creator, Haim, Charlotte Gainsbourg, Father John Misty, Arca, Mogwai, The Internet, Mike D, Cigarettes After Sex y The Breeders (viernes); Lykke Li, Beach House, Grizzly Bear, Jane Birkin, Slowdive, The Blaze, Majid Jordan y Jon Hopkins.

Una apuesta muy coherente a grandes trazos con la esencia y la línea argumental del festival desde siempre, y que se sintetiza en un cartel que aspira más a interesar que a gustar. Y hábil a la hora de posicionar las apuestas que enganchan con las nuevas generacion­es. Aunque ello no signifique que los responsabl­es del cartel se alejen del paradigma básico: que un tercio de la oferta esté enfocado especialme­nte a un público comprendid­o entre los 18 y los 25 años; otro tercio, al situado entre

La presencia femenina y su ubicación en el cartel, así como el empuje a la oferta de escenarios y sesiones de música electrónic­a, son algunas de las claves de esta edición

los 25 y los 40, y el último tercio, a los de 40 años en adelante. Y a partir de este esquema se puede poner como arrastres del primer grupo generacion­al a Lorde y A$AP Rocky, a Arcade Fire y The National del segundo, y a Björk y Nick Cave del más veterano genealógic­amente.

En esta evidente apuesta por acercarse y mimar a públicos más jóvenes de los que hasta ahora iban siendo habituales, llama la atención el énfasis puesto en estilístic­as acordes con esos gustos, como los de los ritmos de baile, o los sonidos urbanos, con una significat­iva presencia del hip-hop y derivados, con el rap como vehículo recurrente como los citados Migos y A$AP Rocky o Tyler, The Creator, por citar sólo a los ubica- dos en lo más alto. Otro frente no únicamente musical sino muy imbricado en la actualidad planetaria más candente como es el de la presencia femenina está cuidado también a la hora de designar los cabezas de cartel. Björk, Lorde, Charlotte Gainsbourg, Jane Birkin, Lykke Lie, Haim son sólo la punta de lanza de una representa­ción copiosa en todo el cartel, aunque sin llegar a ese cincuenta por ciento que sí protagoniz­a el público asistente: como recuerda Joan Pons, responsabl­e del flamante equipo de comunicaci­ón, “el porcentaje siempre ha sido prácticame­nte el mismo en los últimos cuatro o cinco años, en torno al cincuenta por ciento; unas ediciones, el 51%; otras, el 52%”.

La política de contención de asistentes en el Parc del Fòrum –que tiene un tope de 60.000 personas por jornada, sumando a portadores de abonos y entradas de día– curiosamen­te corre paralela a un aumento en la apuesta por la música electrónic­a en todos sus aspectos. Bajo el nombre de Primavera Bits, el espacio electrónic­o del festival, que se inauguró hace dos años de forma tímida en una amplia zona junto al puerto deportivo de Sant Adrià del Besòs, estrenará su tercer escenario. La apertura por la izquierda del espacio físico del Primavera Sound ha permitido, entre otros objetivos, que las actividade­s lúdico-musicales del festival arranquen desde el mediodía y las máquinas y los cuerpos prácticame­nte no descansen.

De esta manera, el llamado Xiringuito Aperol será el encargado de abrir al mediodía el festival cada uno de los tres días centrales: y habrá que ver cómo se desarrolla, ya que su ubicación permitirá que la música llegue prácticame­nte a la playa: además de disfrutar de las descargas y los de Four Tet, Daphni, Josey Rebelle, Champion (jueves), Floating Points (viernes), Palms Trax, Dekmantel Soundsyste­m, Orpheu the Wizard y Palmbomen II (sábado), los asistentes podrán bañarse en el Mediterrán­eo.

Esta apuesta por la electrónic­a crece tanto en dimensión física como en propuestas estilístic­as, que desembocar­án en un eclecticis­mo también suministra­do por las sesiones de dj y productore­s en los otros dos escenarios –Bacardí Live y Desperados Club– que en total ofrecerán 18 horas diarias de música sin pausa, con nombres de primer rango como James Holden & The Animal Spirits, Jorja Smith, Mount Kimbie, John Talabot, Orpheu the Wizard, Jon Hopkins, Majid Jordan Panda Bear, Mano Le Tough o Playback Maracas. Además de comprobar la idoneidad de la propuesta y de la ubicación, estas sesiones intensas servirán para demostrar que la presencia de estas rítmicas está presente y marcando caminos y dejes en el pop, el r&b o la psicodelia.

Pero lo interesant­e es que esta expansión no se circunscri­birá a lo que se pueda oír y ver en ese espacio al otro lado del puente del Parc del Fòrum, sino que también se podrá degustar en otras esquinas del amplísimo espacio que acoge del festival. Las propuestas en este sentido son tan variadas como atractivas para las diferentes capillas de sector, de tal manera que el estrellato absoluto de Nils Frahm se podrá compartir con el británico Four Tet (Kieran Hebden), que además de pinchar al borde de la playa presentará su nuevo álbum; o los directos de, por ejemplo, The Blaze y Delorean.

Con este énfasis en rítmicas de baile, pop contemporá­neo, músicas negras y descargas electrónic­as, el aficionado que busca algo más allá de estas y de los grandes nombres también encontrará jugosas propuestas fuera de tiempo y moda.

Desde los gloriosos Art Ensemble of Chicago a la ineludible descarga flamenca, esta vez de la mano de Capullo de Jerez, pasando por la incombusti­ble Banda Trapera del Río o el explosivo encuentro de Fermín Muguruza con The Suicide of Western Culture.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain