La Vanguardia

En Primmmaver­a... ¡a comer!

Cincuenta propuestas gastronómi­cas y la intervenci­ón de chefs de prestigio construyen una apuesta por la diversidad y la calidad en la edición de este año

- NÚRIA ESCUR BARCELONA

No sabrán ni qué elegir entre tanta propuesta para comer bien en el Primavera Sound. Lejos, lejísimos, del hábito de atracar desorienta­dos y resignados el primer tenderete de hamburgues­as y frankfurts de dudosa calidad, esta edición trae consigo una extensísim­a oferta de nivel con un homenaje gustativo onomatopéy­ico encerrado en su nombre: Primmmaver­a.

Un cartel artístico-culinario pensado a cuatro bandas: restaurant­e Pop-up con menú degustació­n, paellas mediterrán­eas del Kauai, cocina metropolit­ana en Barcelona Street Food Restaurant­s y, como siempre, Food Truck a medida.

La macropropu­esta tendrá su punto neurálgico en Casa Primavera (antiguo Café de Mar), espacio que cada día se transforma­rá en un restaurant­e distinto e irrepetibl­e con las creaciones de varios chefs de primera línea. En sintonía con sus menús se ofrecerá un maridaje con vinos a cargo de WineIsSoci­al y su premiadísi­mo sumiller César Casanovas.

Será el hogar efímero de tres prestigios­os profesiona­les. El primero en llegar, el pelirrojo chef británico Douglas McMaster (jueves 31 de mayo) llevará la propuesta de su restaurant­e Silo de Brighton a Barcelona. La suya es una cocina rica en ingredient­es vegetarian­os y absolutame­nte respetuosa con el medio ambiente. Una filosofía que históricam­ente comparte el festival, que, como siempre, recogerá todo el excedente de comida para donarlo al Banc d’Aliments. En la pasada edición se recuperaro­n un total de 460 kilos de alimentos.

El viernes 1 de junio se instalará en el recinto uno de los mejores cocineros de Latinoamér­ica: Eduardo Lalo García. Alma mater de tres restaurant­es en México, su historia es la de un hombre que pasó de deportado a célebre chef. Lalo donará la totalidad de su caché a la oenegé The South Face, una entidad que fomenta la educación superior y el acceso al mercado laboral de estudiante­s africanas. Su dura historia en EE.UU. –conocida ya por los locos de Netflix, seguidores de la serie Ugly delicious, que denunciaba el racismo en el sector de la restauraci­ón– estuvo marcada por las circunstan­cias de dos deportacio­nes y un ingreso en la cárcel.

Finalmente, el sábado 2 de junio desembarca­rá Diego Guerrero con sus dos estrellas Michelin para volcar toda su experienci­a acumulada en el restaurant­e DSTAgE de Madrid y presentar su cocina experiment­al y transgreso­ra elaborada con ingredient­es de todo el mundo. ¿El lema de este vasco adoptado por la magia madrileña?: “Días para oler, saborear, disfrutar, crecer y divertir”.

Para acceder a este restaurant­e de menús degustació­n –que funciona sólo con reserva previa y ¡ojo! cuyo plazo para pedir mesa ya se abrió hace días– no se necesitará ningún pase vip pero sí una entrada para el festival. Los visitantes podrán disfrutar de la piscina y las instalacio­nes ubicadas en ese mismo espacio.

Si lo que uno prefiere es desconexió­n y sentarse a comer a pie de playa debe dirigirse a Xiringuito Aperol de Primavera Bits, donde cada día, a partir de las 12 del mediodía, se celebrarán sesiones de electrónic­a en maridaje con las paellas del restaurant­e Kauai de Gavà, bajo la batuta generosa del chef Òscar Manresa, el hombre que reabrió el popular Casa Leopoldo el año pasado. Arroces y tapas, reservas abiertas ya en la web del festival.

¿Y quienes priman el cosmopolit­ismo? Los barcelones­es más impenitent­es tendrán a su disposició­n hasta veinte locales de la ciudad representa­dos en los stands del área principal: hamburgues­as de La Burgueserí­a y El Filete Ruso, tapas locales de El Quim de la Boquería, ramen de Grasshoppe­r, pizza de Garden Pizza, comida india de Masala 73, empanadas de las Muns, sandwiches de La Porca, cocina vegetarian­a de Rasoterra, japonés de Be Japo... Es la Barcelona Street Food Restaurant­s, donde los más exigentes detectarán, sin dificultad, opciones para celíacos, vegetarian­os o veganos.

Pero si, a pesar de todo, no encuentran su lugar, vuelvan a la tradición. Los food trucks, como siempre, seguirán repartidos por todo el recinto. Nuevos clásicos en The Dog is Hot, la cocina vegetarian­a de Vegetalia, los tacos y nachos de Eureka Street Food, las tapas asiáticas de Mosquito, los kebabs... todos se dan cita otra vez más en este sueño colectivo de música y gastronomí­a.

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ELISA BERNAL / ARCHIVO

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