“Nadie es imprescindible, ahora hay que gobernar”
Oriol Junqueras, presidente de ERC, defiende desde la cárcel de Estremera, donde lleva más de doscientos días, que para superar el 155 “había que hacer Govern como primer paso y ahora hay que gobernar”. También señala que no comparte “las afirmaciones” de los polémicos artículos del president Torra.
Hace más de dos cientos días que Oriol Junqueras está en la prisión de Estremera pero contacta casi en diario con el equipo de ERC. Dice que intenta aportar “serenidad y reflexión”. No pierde la esperanza de salir de la prisión pero denuncia que son “chivos expiatorios” y se le hace difícil concebir que tendrá un juicio justo. No sufre por él, sino por “la gente a la que quieres” y denuncia la “falta de humanidad” que supone que dos niños tengan que viajar a Madrid una vez al mes para ver a su padre.
¿Cómo se enteró de la elección de Torra como presidenciable?
Por teléfono. Por Pere Aragonès. Y a las pocas horas me lo dijo Ester Capella que me visitó a Estremera. Pero ya hacía días que el nombre estaba sobre la mesa.
¿Cree que era la mejor opción?
Era una opción posible. Correspondía a JxCat proponer candidato y respeto la decisión. A Quim Torra le deseo toda la suerte y aciertos. Somos un solo pueblo y estoy convencido de que él lo sabe.
¿Se siente cómodo con el contenido de los artículos escritos por el president?
No se puede valorar a una persona por unas opiniones concretas o unos tuits de hace años. También digo que son afirmaciones que, obviamente, no comparto. En ERC, ese debate está felizmente superado.
¿La lengua o el origen son un parámetro diferenciador entre catalanes?
Paco Candel acabó votando a ERC después de una larga evolución. ERC ha hecho un trabajo constante, al menos desde Carod y Puigcercós, para superar la dialéctica nacionalista. Queremos ganar el país entero, no sólo una parte. En este sentido hemos abierto camino y no ha sido fácil.
¿Cree que los postulados de Torra ayudan a superar la confrontación? Este es un Govern de coalición, de diferentes sensibilidades. Cada uno aportará su grano de arena. De momento el muro de hormigón no está en Palau sino en la capital del Estado y literalmente aquí dentro, en las prisiones.
¿El Govern nombrado por Torra es el Govern efectivo que usted reclamaba?
De hecho todos hemos llegado a la conclusión que ERC ha defendido desde el primer día: un gobierno efectivo para superar el 155 y empezar a planificar la Catalunya del mañana. Había que hacer un Govern como primer paso y ahora hay que gobernar. Tenemos que evidenciar los límites de la autonomía gobernando al máximo sus competencias.
¿Por qué no ha optado a la restitución al cargo como sí han hecho otros consellers de JxCat y Toni Comín?
Porque aquí nadie es imprescindible. Lo importante es el qué y no el quién. Ayudaré al máximo a Pere Aragonès a pilotar la vicepresidencia económica, pero él tiene que tener manos libres para diseñar su equipo y las políticas que crea más eficientes.
¿Cree que esta restitución es útil?
La utilidad no se puede medir en términos convencionales porque la situación se de una excepcionalidad democrática terrible. La posición de ERC es clara y al mismo tiempo respetuosa con todo el mundo.
¿El objetivo de la legislatura tiene que ser volver a investir a Carles Puigdemont?
El objetivo supera de mucho cualquier nombre y apellido. El objetivo es de país. Es la justicia y la libertad de todos, el bienestar colectivo. Tenemos un Estado español que involuciona y todos sabemos qué quiere decir.
Puigdemont recordó que a partir del 27 de octubre se pueden volver a convocar elecciones.
La potestad de convocar elecciones es del president e intransferible. Nos hace falta proyectar estabilidad y no generar más inquietudes de las imprescindibles. ERC planifica una legislatura estable de cuatro años.
¿Qué opina de poner en marcha un proceso constituyente?
Si una cosa hemos aprendido, al menos en ERC, es cuáles son nuestras fortalezas y nuestras debilidades. Un proceso constituyente –o llámele como quiera– es ir construyendo entre todos cómo tiene que ser la Catalunya de los próximos 30 años. Está llamado a participar quien quiera que el país progrese.
No se prevé ni calendario ni referéndum. ¿El 1-O ya se hizo el referéndum?
El 1-O hicimos un referéndum, clarísimamente. Cuando dos millones de personas van a votar a pesar de los golpes, amenazas y represión del Estado, negar que han votado es una ficción y una falta de respeto. También es verdad que una parte del país siguió el boicot del Estado. Y nos tenemos que preguntar por qué y procurar que todo el mundo se sienta interpelado en un futuro. En todo caso, siempre hemos estado y estaremos dispuestos a pactar un referéndum con el Gobierno español.
Para eso hay que sentarse a negociar.
Tenemos las puertas abiertas a dialogar y hablar de todo. A lo único en lo que nunca renunciaremos es a la libertad y a ejercer la democracia.
¿Hay president interior y otro legítimo?
Hay unos presos y una exiliados que fueron escogidos democráticamente y desposeídos y encarcelados por una decisión política instrumentalizando la ley y la justicia. Siempre hemos priorizado hacer Govern, el qué y no el quién. Es obvio que nos lo pondrán difícil. España está involucionando y el anticatalanismo cotiza al alza como arma electoral.
¿Un Consell de la República no quita relevancia a la Generalitat como institución?
El Govern de la Generalitat vive un asedio permanente. A Europa tiene que llegar la voz de la ciudadanía, tenemos que seguir denunciando el abuso de derecho que se está produciendo. Por eso la creación de la oficina de Defensa de los Derechos Civiles y Políticos es básica ante la constante vulneración de derechos y libertades.
¿Qué es para usted “hacer república”? Macià decía que quería que todos los catalanes tuvieran una casa y el huertito. Quería justicia, fraternidad y un Estado a favor de la ciudadanía, que velara por la prosperidad de todos, no para complicarle la vida o no invertir aquello que le corresponde por PIB o por aportación a las arcas del Estado. Un Estado que vele por ellos. Eso es hacer república.
ERC gestionará tres de cada cuatro euros del presupuesto, ¿cómo se notará?
ERC ya asumió áreas de gestión clave y ahora incrementamos esa responsabilidad. Tenemos que ganarnos la confianza de aquellos que hoy no son independentistas. Sin ser pretenciosos pero tengo siempre presente aquella célebre frase de Bill Clinton: el mundo será catalán o talibán.
¿La decisión de la justicia belga o alemana tendrá incidencia en el Supremo?
En circunstancias de normalidad democrática, seguro. El mensaje que transmite la justicia española es terrible: que todo el mundo ha enloquecido en Europa y va contra dirección. La gente sensata que queda en el Estado, que la hay, tiene que alzar la voz y plantear una alternativa al discurso de PP y Cs y a menudo con la permisividad del PSOE.
¿Tienen confianza en la justicia española o confían más en la europea?
Confío en mi capacidad en sostener una situación manifiestamente injusta. Y en la madurez y resiliencia de la sociedad catalana. Y es
LOS ESCRITOS DEL PRESIDENTE “Obviamente no comparto los artículos de Torra; en ERC queremos ganar el país entero”
NEGOCIAR CON EL GOBIERNO ESPAÑOL “Estamos dispuestos a dialogar y hablar de todo, sin renunciar a ejercer la democracia”
obvio que preferiríamos ser juzgados por una instancia europea que por tribunales del Estado español. Para empezar, seguramente no estaríamos en prisión preventiva.
En la propuesta de ponencia política del partido se entierra la unilateralidad y se vuelve al derecho a decidir.
Siempre hemos apostado por dialogar y por hacer un referéndum acordado, si no fue así fue sencillamente porque el Gobierno español se negó. El derecho a decidir formula un principio democrático, la gente vota y expresa su opinión. Y como demócrata aceptas el resultado.
¿Hay que ser más del 50% para avanzar hacia la independencia?
Es obvio que sumar más del 50% expresa una mayoría absoluta. También es verdad que cuando seamos más del 50 nos dirán que tenemos que ser el 60. Pero si nuestro principal capital es la gente, necesitamos una mayoría más potente y más homogénea territorialmente.
¿ERC y JxCat tienen que hacer una lista conjunta en Barcelona contra Ada Colau?
Ada Colau es una adversaria política, no el enemigo. Legítimamente ERC tiene que aspirar a que la capital catalana sea republicana. Y al mismo tiempo tejer puentes y alianzas, que a menudo es una estrategia contraria a la política de bloques.
¿Quién puede ser el candidato?
ERC ya ha escogido a un candidato, Alfred Bosch. A Barcelona le hace falta un frente de ciudad, republicano y progresista, que trabaje al lado del Govern del país. En todo caso, todavía queda un año para las elecciones.
¿Y en otras ciudades?
ERC tiene que hacer ciudad en cada ciudad. El trabajo pendiente en el área metropolitana es básico. Y las alianzas se tienen que decidir una a una. Sabadell y Badalona son experiencias que hay que ampliar y extender.
¿Algún consejo para el president Torra y Pere Aragonès?
Somos un solo pueblo y saldremos adelante por nuestra capacidad de seducir y estar al lado de la mayoría social. Recuperar la Generalitat para reactivar el país es un reto gigantesco. Hay que recuperar el tiempo perdido.
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