El Madrid gana su 13.ª Champions
Bale noquea a un Liverpool sin suerte y el campeón repite
Pasarán años y el madridismo todavía no perderá la sonrisa cuando explique cómo ha ganado su decimotercera Champions a pesar del partido de vuelta ante el Juventus, los dos de las semifinales ante el Bayern y la primera parte de la final de Kíev ante el enérgico Liverpool de Jürgen Klopp. El Madrid salva la temporada a lo grande con su tercera Champions seguida y de paso echa agua en el doblete del Barça. Pero para aguador y aguafiestas, Cristiano, que no tuvo su noche y que cuando acabó el partido insinuó sobre el césped que se puede ir del Madrid y que dará una respuesta en unos pocos días. Más tarde Bale también se sumó a la confusión al anunciar que se iba a reunir con su agente “porque necesita jugar todos los partidos”.
Con el juego y sin el juego, con fe ante la adversidad y amparado en la suerte cuando más la necesitaba. Con goles de churro como el segundo ante el Bayern o el primero y tercero de ayer; con goles estratosféricos como la chilena de Cristiano en Turín o la de Bale en Kíev; cuando hace falta que se lesione el mejor del rival, sea Neymar o Salah, se lesiona. Por las buenas o por las malas, siempre el Madrid, que se ha apropiado de la Champions y la defiende con uñas y dientes, con un manejo de la situación y un oficio al que nadie ha sabido contrarrestar.
El Madrid enlaza ahora tres Champions seguidas, lo que sólo habían logrado el Ajax y el Bayern en la década de los setenta. Ha ganado cuatro de las cinco últimas, lo que sólo mejora el propio Madrid de Alfredo Di Stéfano. Zidane lleva tres de tres y Cristiano cinco, a una de las seis del récord de Paco Gento.
Las dos partes fueron muy distintas. El Madrid salió de inicio con Benzema en lugar de Bale, la sorpresa de la alineación. La idea era jugarle al Liverpool muy arriba y manejar el partido. Pero el desarrollo del juego fue muy distinto. El Liverpool dominó de inicio porque su velocidad y energía desarboló al Madrid, que se vio forzado a defenderse de cualquier manera, con Ramos y Varane actuando como capitanes generales en medio de la agonía.
Tan sólo Modric era capaz de aguantar un poco el balón, que volvía una y otra vez a los dominios de Keylor Navas. El gol rondaba, pero al Liverpool le faltaba un killer de área. Su ocasión más clara llegó en un remate del lateral Alexander Arnold, muy bien atajado por Keylor en otra noche sensacional del costarricense.
Partido el Madrid, desconectadas sus líneas, la primera buena noticia para los blancos llegó souna bre la media hora en forma de infortunio del rival, que sufría la lesión de Salah tras una llave de judoka de Sergio Ramos. El egipcio intentó seguir, pero enseguida pidió el cambio y abandonó el terreno de juego entre sollozos, de las imágenes de la noche.
La baja de Salah dio aire al Madrid, que ya sufrió menos hasta el descanso e incluso le anularon un gol de Benzema por fuera de juego del francés y Cristiano.
La segunda parte se inició de la manera más imprevista. El Madrid marcó muy pronto en un gol impropio de un delantero como Benzema y más de Tamudo. Puso el pie para interceptar un ridículo saque con la mano de Karius y el balón acabó alojándose en la red.
La ventaja le duró poco porque el Liverpool empató a los cuatro minutos en un ataque de furia. Se fue con todo arriba y Sané enchufó a la red un cabezazo de Lovren que le había ganado el salto a Ramos. Con el 1-1 empezó un nuevo partido, el único en el que el Madrid iba ser claramente mejor. Decisiva fue la entrada de Bale por Isco al cuarto de hora. El galés cogió foco enseguida al sacar-
KARIUS, HORRIBLE
El Madrid se adelantó con un gol regalado a Benzema y mató el partido con otro afortunado de Bale
EL MEJOR
El galés, autor de un gran tanto de chilena, fue suplente pero acabó elegido por la UEFA como el mejor
se de la chistera una chilena estupenda tras centro de Marcelo. El gol noqueó al Liverpool. Klopp introdujo cambios para reforzar el centro del campo y volverse a meter en el partido, pero ya no pudo cogerle la onda al juego. El Madrid tiró de oficio. Empezó a manejar el balón con serenidad y criterio y creo ocasiones claras a la contra. Cristiano falló una muy clara y cuando el partido entraba en su recta final sin que los blancos pasaran apuros llegó el gol de la tranquilidad, un disparo lejano de Bale que se comió de forma increíble Karius, otro que terminó entre lloros. El Madrid estalló de alegría. Tenía ya su decimotercera, pero no tendrá los próximos días tranquilos. Cristiano se encargó de robarle el foco a Bale y llevar la incertidumbre a todos.