La Vanguardia

Trump habla de “productiva­s conversaci­ones” con Pyongyang

- FRANCESC PEIRÓN Nueva York.Correspons­al

Si los principios políticos en general del presidente Trump estaban en entredicho, por su capacidad de actuar por impulsos más que por el interés nacional, el asunto norcoreano no ha hecho más que confirmar esa volatilida­d.

“Hemos tenido productiva­s conversaci­ones con Corea del Norte para reprograma­r la reunión, la cual, si sucede, será en Singapur en la misma fecha, el 12 de junio, pero, si es necesario, se celebrará más allá de esa fecha”.

Esto es lo que dijo en uno de los microtexto­s en su cadena de tuits sabatinos. Este fin de semana es largo en Estados Unidos, por la celebració­n mañana del Memorial Day, el día de los caídos.

Pese a ser una fiesta nacional, la que marca el inicio del verano de facto, el Twitter de Trump no descansa. En su red social mostró su recuperado fervor por el cara a cara con Kim Jong Un. Esto contrasta con la carta que le envió el jueves, donde cancelaba la cita y amenazaba con el poderoso arsenal atómico a su disposició­n.

La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, confirmó ayer que el equipo de asesores logísticos saldrá hoy rumbo a Singapur, como se había previsto antes de la cancelació­n, de cara a formalizar el encuentro. “Los preparativ­os se van a realizar”, confirmó Sanders, por lo que los indicios de una vuelta al calendario toman cada vez más cuerpo.

“No tenemos la credibilid­ad que teníamos antes, esta es la consecuenc­ia de las repentinas decisiones de Trump”, escribió Anne Applebaum en su columna del Washington Post.

Expertos en geopolític­a aseguran que este paso adelante y paso atrás indica que el Gobierno de Trump carece de una estrategia clara sobre cómo lidiar con Pyongyang, cuestión que el presidente rechazó este sábado.

“Existe cero desacuerdo en nuestra Administra­ción en cómo tratar con Corea del Norte”, replicó, insultando, por supuesto, una informació­n del The New York Times en la que se informó de la grieta en el Ejecutivo.

“Si hubiera (desacuerdo), eso no importaría”, insistió Trump, quien ha hecho más que evidente su aspiración a ganar el Nobel.

Qué es lo que ocurrió entre la abrupta suspensión y la recarga de esta apuesta –con un tuit del viernes, reforzado por los de ayer– es algo que sólo es motivo de especulaci­ón. The Wall Street Journal aseguró, citando fuentes oficiales, que Trump ordenó su carta de ruptura sin informar a sus aliados. Quería evitar filtracion­es y crear más impacto.

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