Sánchez no hará ninguna concesión al independentismo por su apoyo
El líder del PSOE quiere alargar al menos un año la legislatura si gana la moción
“El PSOE no va a negociar nada con los independentistas. Y si le quieren votar gratis a Pedro, será su problema”. Un dirigente socialista advertía así de que emplear la misma contundencia que a su juicio demostró hasta ahora Pedro Sánchez en el combate contra el desafío secesionista, será la mejor garantía para “desmontar la propaganda de la derecha” de que el líder del PSOE se echa en brazos del independentismo para desalojar a Mariano Rajoy de la Moncloa. Y la mejor manera, también, de desactivar las prevenciones que alberguen algunos presidentes autonómicos del PSOE.
El propio Sánchez, según su equipo, introdujo repetidos “cortafuegos” en el discurso en el que aceptó los votos de ERC y el PDECat para poder ganar la moción de censura. Así, garantizó que haría cumplir la Constitución y defendería la soberanía nacional y la integridad territorial. “Lo único que tiene que tener claro todo el mundo es que con esto no se va a jugar”, avisan.
Pero es un discurso en el que, para evitar toda suspicacia, se insistirá. La dirección del PSOE ya lo quiso hacer ayer mismo. La encargada de comparecer en Ferraz, y no por casualidad, fue la exministra Carmen Calvo. Justo quien en octubre del año pasado ultimó con Soraya Sáenz de Santamaría el contenido de la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Catalunya todavía vigente. Con Calvo, por tanto, el medio fue ayer en buena medida el mensaje que quiso lanzar el PSOE.
Y así lo hizo. Para destacar que el PSOE mantiene su firmeza frente “al ataque del independentismo para la quiebra constitucional” de España. “Somos el mismo PSOE que apoyó al Gobierno para frenar el intento de los independentistas de romper el orden constitucional y la unidad territorial, somos los mismos”, advirtió Calvo. El mismo PSOE, añadió, al que el propio Rajoy reconoció y agradeció hace un par de semanas su responsabilidad frente a los vaivenes de Ciudadanos. “Somos el mismo PSOE, que ya no tiene que demostrar nada, que con hechos consumados hemos defendido siempre la Constitución”, insistió. “Nadie tiene duda del lado del que está siempre el PSOE, en la defensa de la Constitución, la soberanía y la unidad territorial”, zanjó.
El mismo PSOE que demostró “una posición firmísima”. Hasta el punto, precisó, de que el PP, que tiene mayoría absoluta en el Senado, podría haber puesto en marcha el 155 sin su concurrencia. Pero, “por lealtad y responsabilidad”, el PSOE cerró filas. “Hemos dado pruebas más que suficientes”. En Ferraz recuerdan que Sánchez no sólo respaldó “sin titubeos” el 155, sino que desde que Quim Torra fue designado presidente de la Generalitat redobló su ofensiva, tachándole de “racista y supremacista” y desplegando una batería de reformas legislativas para “levantar un muro” frente al independentismo catalán.
El secretario de organización, José Luis Ábalos, también fue ayer contundente al tratar de dirigir la presión sobre Albert Rivera. “Ciudadanos quiere que se convoquen elecciones y no va a haber problema. Y quiere que no se haga ningún pacto con los independentistas, que no lo va a haber”, dijo en la Cope.
Y en cuanto a la oferta de pacto que hizo a Ciudadanos para convocar elecciones, si así se suma a la moción, el PSOE precisa que la cita con las urnas no sería en ningún caso inmediata. Calvo demandó “un plazo corto y razonable de tiempo”, incluso habló de “unos meses”. En realidad, la pretensión de Sánchez sería prolongar la legislatura al menos un año. “Como mínimo”, advierten en Ferraz. Justo dentro de un año, en mayo del 2019, se celebrarán las elecciones municipales, autonómicas y europeas.
Un tiempo que en el PSOE consideran indispensable para desplegar el programa de gobierno y la agenda social que anunció Sánchez. Para lo cual no habría que partir de cero, sino recuperar muchas de las iniciativas sociales ya registradas en el Congreso que quedaron congeladas tras los vetos del Gobierno. Así, las referidas a la subida salarial y de pensiones, la igualdad laboral o la educación y la sanidad públicas.
Los socialistas buscan aprobar las iniciativas sociales que congeló el Gobierno con sus vetos