La Vanguardia

Por trece razones

Porteros caóticos, lesiones clave, golazos: todo para el Madrid

- JUAN BAUTISTA MARTÍNEZ

El Madrid se llevó su décima tercera Champions por trece razones, como si se tratara de la serie que distribuye Netflix. Muchas de ellas se compilaron en sólo 90 minutos, en la final. A saber, la lesión del crack del rival, en este caso Mohamed Salah, víctima de una llave de judo de Sergio Ramos, un auténtico ippon que le dejó fuera del partido y con riesgo de perderse el Mundial (según la BBC no estará en Rusia y tendrá que ser operado). Y, además sin consecuenc­ias para el sevillano, al que no señalaron la falta. Esta sería la primera razón porque en rondas anteriores también sufrieron bajas de peso el PSG, que no pudo contar con Neymar en la vuelta, o el Bayern, que perdió a Boateng, Robben o Arturo Vidal. Claro que el segundo motivo tampoco le va a la zaga: los errores garrafales de los porteros. El alemán Karius hizo piña ayer con su compatriot­a Ulreich, al que superó ampliament­e con sus cantadas. Si el guardameta del Bayern salió mal y dejó el gol regalado a los pies de Benzema, ayer el del Liverpool brindó dos, uno al francés y otro a Bale. De cine cómico o de aquel entrañable programa que lideraba Alfons Arús: Vídeos de primera. Para no dormir. Pesadilla en la cocina, si se quiere una referencia televisiva más moderna.

Y cuando no han aparecido los infortunio­s de lesiones o de errores propios los adversario­s han caído víctimas de los fallos arbitrales, la tercera razón. Como le ocurrió al Bayern con la mano de Marcelo, entre otras acciones polémicas, o al Juventus con el penalti señalado a Benatia sobre un Lucas Vázquez con todas las ganas del mundo de tirarse. Anoche hubo también una mano, en este caso un codo, de Casemiro dentro del área pero ni de lejos la jugada es tan controvert­ida como la de las semifinale­s.

Lógicament­e, que el Madrid haya ganado otra vez la Champions no es responsabi­lidad sólo de la suerte, de las culpas del rival o de la miopía arbitral. Sus jugadores también han tenido mucho mérito. En este sentido, un cuarto motivo serían dos golazos de chilena, el que logró Cristiano en el Juventus Stadium elevándose con un salto inolvidabl­e y el de ayer de Bale, en la primera pelota que tocaba y con otro brinco.

El portugués no marcó en los últimos tres partidos pero sí en los diez primeros cuando sostuvo a un Madrid que estaba haciendo aguas en la Liga. Cristiano hasta esa ronda resultó capital. Hete aquí la quinta razón. La sexta, que los otros miembros de la BBC le tomaron el relevo camino al título. Benzema ha metido tres goles en los últimos tres partidos y Bale, que llegó al estadio enojado por su suplencia y viéndose más fuera que dentro del club, se rehizo con dos tantos contra el Liverpool. Los futbolista­s más discutidos por el madridismo le han acabado dando la Champions.

Como otro al que no siempre se reconoce, Keylor Navas, básico en la vuelta ante el Bayern en el Bernabeu. En todo caso el guardameta blanco ha estado mejor que sus colegas para llevarnos a la séptima razón. La octava recae sobre los hombros de Zidane, que ha demostrado no casarse con nadie, que acertó con los cambios contra el Juventus en el Bernabeu, metiendo a Lucas Vázquez y a Asensio, y que ayer recibió la buena nueva de sacar a Bale para que besara el santo.

Y es que en los momentos clave de la Champions todo le sale cara al Madrid. Este es el noveno motivo que conduce al décimo: nadie puede decir que el equipo blanco no es el gran dominador de esta competició­n. Nadie enlazaba tres Copas de Europa desde el Bayern y el Ajax en los setenta. En la historia manda el Madrid, la undécima razón, porque no pierde una final desde 1981 y ha ganado las siete últimas que ha jugado.

Lo hace con un fútbol pragmático. ¿Cuál es su estilo? Como diría Florentino se resume en una palabra: ganar. Si hay que ir a tumba abierta, se va. Si hay que encerrarse, se hace. Esta es la duodécima razón. Se ha dejado para el final la que más daño hace al barcelonis­mo. La décima tercera es que el Barça hizo el ridículo en Roma.

OTRO GUARDAMETA CÓMICO Karius superó a su compatriot­a Ulreich al regalar dos goles, uno a Benzema y otro a Bale

NO PITARON NI FALTA Sergio Ramos mandó con una llave de judo al quirófano a Salah, que no llegará al Mundial

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Karius llora al pedir perdón a la afición del Liverpool
LAURENCE GRIFFITHS / GETTY Una mala noche Karius llora al pedir perdón a la afición del Liverpool

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