Trump mantiene las sanciones a Venezuela pese al “gesto” de Maduro
El Gobierno de Caracas libera a un norteamericano preso desde el 2016
Una vez en el despacho oval y festejando esta noche del sábado la liberación de Joshua Holt, detenido durante dos años en Venezuela, el senador republicano Bob Corker respiró aliviado.
Misión cumplida. Estaban en la Casa Blanca, recibiendo los parabienes del presidente Donald Trump, que, por supuesto, no desaprovechó la ocasión para colgarse una nueva medalla.
Fue Corker, legislador por Tennessee, quien, como responsable en la Cámara del comité de Relaciones Internacionales, se reunió el viernes con el presidente Nicolás Maduro y logró desencallar este asunto, que se remonta al ejecutivo de Obama. Al cabo de unas horas, el senador recordó el mal trago que pasó una vez embarcados de regreso.
El avión inició la maniobra de despegue y, de repente, los motores se pararon. Regresaron al hangar. Pensó lo peor, que el Gobierno de Caracas había dado marcha atrás en su decisión, como el aparato. En realidad, explicó a los reunidos en torno a Trump, no había sido más que un problema en el funcionamiento de algún instrumento de la nave.
“Finalmente despegamos; en la cara de Josh había, naturalmente, una gran sonrisa”, afirmó.
La anécdota, que recuerda las películas de espías, no hace más que ilustrar la total desconfianza entre ambas administraciones.
Un portavoz del presidente Maduro dijo que esta decisión era “un gesto” para tratar de mejorar el diálogo con Washington.
No parece que las intenciones de Trump apunten en esa dirección. La Casa Blanca agradeció la resolución de permitir la vuelta a casa de Holt, de 26 años, y de su esposa, Thamy. Pero esto no significa que la política de Estados Unidos hacia “el régimen de Maduro vaya a cambiar”. El vicepresidente Mike Pence reiteró ayer que las sanciones al país sudamericano se mantendrán.
Holt, mormón residente en Utah, viajó a Venezuela en el 2016 para contraer matrimonio con su novia, también perteneciente a la Iglesia mormona, a la que conoció por internet. Le acusaron de almacenar armas. “No fueron las vacaciones que buscaba, pero seguimos juntos”, recalcó en su agradecimiento.
Sólo hace una semana parecía imposible que Holt pudiera estar sentado al lado de Trump. El pasado domingo, Maduro declaró
El presidente de EE.UU. alardea de la excarcelación de “rehenes” en Corea y ahora en Venezuela
su victoria en unas elecciones que recibieron la descalificación en el bloque occidental. Washington calificó esos comicios de engaño y reforzó el castigo económico. Caracas respondió con la expulsión de dos diplomáticos.
Sin embargo, los autócratas del mundo han visto el interés del presidente estadounidense –ha hecho de la excarcelación de “rehenes” una prioridad– y están dispuestos a complacerle como expresión de buena voluntad.
En sólo 17 días, dos escenificaciones similares. “Como sabes –señaló Trump mirando a Holt–, tuvimos mucho éxito con Corea del Norte. Tres maravillosos americanos fueron liberados recientemente y están en su hogar. Tú eras uno de los casos más duros, te lo tengo que decir. Una situación difícil. Pero hemos logrado 17 liberaciones y estamos orgullosos de este récord. Y hay otros que vendrán, nos encontramos en medio de alguna gran negociación. En su mayoría son americanos, aunque también podemos ayudar a otros países”.
No dio muchos más detalles. Sí citó el caso de un religioso cristiano retenido en Turquía.
“Ha sido una experiencia, estas 48 horas dan para un libro”, remarcó Corker. De película.