El sucesor de Linde
DESPUÉS de seis años al frente del Banco de España, su hasta ahora gobernador, Luis María Linde, dejará el cargo como muy tarde el día 10 de junio. El nombramiento de la persona que le tomará el relevo, siguiendo la tradición, debería ser acordado entre el Gobierno y el principal partido de la oposición, en este caso el PSOE, pero con la moción de censura presentada por los socialistas al presidente Rajoy por la sentencia del caso Gürtel no parece que las circunstancias sean las mejores para consensuar un nombre.
El propio Linde insistió el pasado viernes en la necesidad de que la actual crisis política no afecte al nombramiento de su sucesor. “Espero que Gobierno y PSOE actúen en consecuencia. El Banco de España no es una institución como las demás”, afirmó, para expresar su confianza en que “se tomará una buena decisión y en el tiempo debido”.
No podemos estar más de acuerdo con las palabras de Linde. La relevancia del cargo, su importante papel como regulador financiero y su presencia en el consejo de gobierno del Banco Central Europeo demandan que populares y socialistas hagan un esfuerzo de aproximación. Tradicionalmente, el partido de gobierno propone el nombre del gobernador, y el partido opositor, el del subgobernador. En las últimas semanas había habido contactos entre las dos formaciones, y sería deseable que la actual crisis no interfiera ni demore el nombramiento. El pasado viernes, el ministro de Economía, Román Escolano, pidió comparecer esta misma semana en el Congreso, previsiblemente mañana martes, para anunciar el nombre del elegido por el Gobierno.
La persona elegida debería ser un profesional de prestigio en materia de política monetaria y supervisión bancaria. Sería bueno que no perteneciera a ningún partido y que para su elección primasen los criterios estrictamente profesionales. El sucesor de Linde tendrá que afrontar retos como la recuperación de la rentabilidad del sector financiero español. Para lograrlo, gran parte del trabajo se basa en la evolución de la regulación financiera internacional. Por ello es necesario que el nuevo gobernador domine la complicada jerga en que se mueven los reguladores europeos.
El Consejo de Ministros debería validar el nombramiento del candidato el 1 de junio o, como muy tarde, el 8 de junio. Esperemos que finalmente la persona seleccionada sea fruto del consenso y tenga la credibilidad y la respetabilidad que el cargo merece. En la actual situación política y a las puertas de una moción de censura, debe ser un candidato por encima de cualquier duda.