Suficiencia y sostenibilidad
El debate sobre el presente y el futuro de las pensiones ha irrumpido con fuerza en la arena política. La experiencia reformista y modernizadora del pacto de Toledo nos apunta que para los objetivos de suficiencia y sostenibilidad son imprescindibles el crecimiento económico, la mejora del empleo, el incremento de la productividad, los salarios dignos y la política demográfica. Las reformas del sistema de pensiones deben aspirar a conformarse con los máximos acuerdos sociales y políticos. Cuando las reformas son impuestas, como sucedió en el 2013, las reformas terminan, no resisten y naufragan. El acuerdo presupuestario del PNV es el punto y final a la injusta reforma que el PP impuso en solitario en el 2013. Ahora toca rehacer el pacto de Toledo y algunas cuestiones son, a mi entender, claves y deben formar parte necesaria de una amplia, ambiciosa y consensuada reforma del sistema.
En términos de suficiencia, será preciso incorporar varios cambios relevantes: 1) debe garantizarse el poder adquisitivo de los pensionistas retomando el IPC como referencia a través de un nuevo mecanismo de revalorización, que debe poder adaptarse al ciclo económico, facilitando el incremento de las pensiones más allá del IPC en tiempos de bonanza y garantizando en los periodos de recesión el incremento del IPC para las pensionas más modestas; 2) debería tenerse en cuenta la disparidad de los
Cuando las reformas son impuestas, como en el 2013, las reformas terminan, no resisten y naufragan
costes de vida en los distintos territorios; 3) las pensiones mínimas deben incrementarse con el objeto de garantizar pensiones adecuadas y suficientes, y 4) deben reconocerse las muy largas carreras de cotización en los supuestos de jubilación anticipada.
En términos de equidad y sostenibilidad, cinco propuestas: 1) será preciso incorporar el cálculo de la pensión teniendo en cuenta toda la vida laboral, permitiendo al trabajador elegir sus mejores años de cotización; 2) al llegar a la edad de jubilación debe permitirse la compatibilidad entre recibir la pensión y continuar activo; 3) en términos de sostenibilidad, debe avanzarse en la separación de fuentes de financiación, con la asunción por parte del presupuesto general del Estado de la financiación de las políticas activas de empleo, de los gastos de gestión del sistema, de las pensiones de viudedad y orfandad y de los déficits de los regímenes y sistemas especiales, además, la financiación de las pensiones debe complementarse con impuestos; 4) replantear el denominado factor de sostenibilidad respecto a cómo se configuró en el 2013, y volver a la previsiones contempladas en la reforma del 2011; 5) ganar en transparencia y por tanto debe informarse cada 2 años sobre la pensión futura.
Finalmente, dos ejes adicionales de reformas. La primera es la de establecerse un mecanismo, gradual y progresivo, de adscripción automática a los planes de previsión social complementaria acordados en el seno de las empresas. La segunda es una reforma integral del régimen de autónomos.