Sordera, vértigo, acúfenos, parálisis facial son enfermedades del oído
SORDERA POR OTOESCLEROSIS Y ACÚFENOS
Una de las sorderas más frecuentes es la producida por la llamada Otoesclerosis, es siempre progresiva, algo más frecuente en las mujeres y puede ir acompañada de acúfenos, así como una ligera inestabilidad.
La mejor corrección y por tanto recuperación auditiva es la quirúrgica. De esta forma, se bloquea la enfermedad a nivel del oído medio sustituyendo el estribo (el huesecillo más pequeño del oído) que está bloqueado por una pequeña prótesis que restaura la movilidad del oído medio.
Es una cirugía muy delicada que se realiza con microscopio y láser y puede efectuarse, incluso, con anestesia local. Es de corta duración y los resultados son excepcionalmente buenos ya que entre un 95-99% de los casos recuperan la audición y en un gran número de ellos mejoran o desaparecen los acúfenos.
El Instituto García-Ibáñez es uno de los pioneros de este tratamiento en España y tiene una de las mayores estadísticas de Europa.
La corrección de esta sordera por medio de un audífono también es posible pero no cura la enfermedad que seguirá provocando una sordera progresiva y, por tanto, la necesidad de cambiar el audífono a media que avance la sordera.
EL IMPLANTE COCLEAR
Algunos casos de otosclerosis pueden afectar al oído interno, e igual que otros tipos de sordera, provocar una sordera profunda en la que ni el audífono más potente o la cirugía convencional podran solucionar.
Muchos de estos casos, al igual que otras sorderas profundas son recuperables con el llamado Implante Coclear que consiste en la implantación quirúrgica de una sofisticada electrónica complementada por un microprocesador externo similar a un audífono.
La gran diferencia del Implante Coclear es que es capaz de no solo aumentar el volumen del sonido hasta niveles audibles, si no que además permite una buena comprensión de la palabra que a estos niveles de sordera profunda el audífono ya no puede proporcionar.
Requiere para su implantación una microcirugía poco traumática con un solo día de hospitalización y una vez cicatrizado, un mes después, se realiza la adaptación del componente externo con el que ya se empieza a volver a oír.
El Instituto de Otologia GarcíaIbáñez es pionero en España de está tecnología. El Implante actualmente está tan perfeccionado que, incluso, en determinados casos se está adaptando en sorderas unilaterales con el otro oído en buenas condiciones.
VÉRTIGO, ACÚFENOS Y AUDICIÓN
El vértigo es una patología que en la mayoría de los casos va ligada a una pérdida auditiva por una enfermedad del oído. La más frecuente es la enfermedad o vértigo de Meniere que siempre va acompañada de sordera fluctuante y acúfenos.
El diagnóstico es muy importante, se hace clínicamente con pruebas específicas y con pruebas radiológicas, pues hay otros muchos casos de vértigo que no están relacionados con el oído.
El vértigo de Meniere puede tratarse con medicación y, si no es efectiva, existen otros tratamientos quirúrgicos como la inyección de Gentamicina en el oído medio, la descompresión del saco endolinfático, la Laberintectomía o la Neurectomía vestibular si pretendemos además mantener la audición del paciente que es, además, la más efectiva logrando eliminar las crisis vertiginosas en mas del 99% de los casos.
NEURINOMA DEL ACÚSTICO O SCHWANNOMA VESTIBULAR
Es otra patología que puede provocar síntomas parecidos a los del vértigo otológico. En ocasiones un acúfeno, una ligera sordera o una sensación de inestabilidad son los síntomas de una patología que puede ser muy grave como el neurinoma del acústico.
Es un tumor que se forma a partir del nervio vestibular y auditivo con un crecimiento intracraneal. El diagnóstico debe complementarse con una resonancia magnética y el tratamiento va a depender de múltiples factores como son el tamaño del tumor, la edad del paciente y su progresión.
Normalmente, en pacientes de edad avanzada o en mal estado de salud, se aconseja seguimiento con examen radiogico anual para observar su evolución. El tratamiento con radiocirugía puede estar indicado en estos casos.
En pacientes jóvenes o de edad media debe considerarse la extirpa- ción quirúrgica para un resultado óptimo pues a medida que crece el tumor la posibilidad de secuelas post-quirúrgicas o por el propio crecimiento pueden ser más graves. Si el diagnóstico es precoz en muchos casos puede, incluso, conservarse la audición. La resonancia magnética ha sido una gran ayuda para el diagnóstico y tratamiento de estas patologías.
OTITIS SUPURADAS COLESTEATOMA
Es una patología bastante frecuente que normalmente produce perdida de audición asociada a una supuración del oído y en ocasiones también acúfenos y vértigos. Son enfermedades siempre quirúrgicas en las que se debe erradicar la enfermedad y reconstruir el oído con objeto de mejorar la audición.
PARÁLISIS FACIALES Y TRATAMIENTO
La utilización del Botox (toxina botulínica) o rellenos faciales, la solemos asociar a procedimientos estéticos para obtener un rejuvenecimiento facial y mejoría estética. Pero los años de experiencia con estos tratamientos nos han permitido utilizarlos en casos más complejos, de parálisis facial, para complementar el resultado de las últimas técnicas quirúrgicas en rehabilitación facial.
Cuando el nervio facial se ve afectado en algún punto de su recorrido por cualquier causa (espontánea, vírica, tumoral benigna o maligna, daños quirúrgicos, patología del oído, etc.) se produce una disminución o ausencia total de la movilidad de la hemicara correspondiente, es lo que se llama parálisis facial.
Abordar el tratamiento de un paciente afecto de parálisis facial, representa un gran desafío por la compleja situación que entraña. Al enorme estrés psicológico que comporta una parálisis facial por su afectación estética, debemos añadir la alteración de las propias funciones naturales de la cara y los problemas que estas conllevarán: el ojo queda abierto y desprotegido ante la luz y el polvo, las horas de sueño sin una cobertura de lágrima correcta, incluso la visión puede verse afectada; el acto de comer conlleva involuntarios mordiscos a la lengua y la mejilla; beber entraña una dificultad tremenda y pronunciar determinadas palabras resulta frustrante.
Cada paciente es único puesto que nunca coinciden ni la causa, ni los aspectos clínicos de la persona, ni el pronóstico, ni el entorno social. Atendemos, desde pacientes que han sufrido parálisis facial con una recuperación prácticamente completa y espontánea, hasta pacientes que sufren sus secuelas desde hace tiempo, por lo que se debe diseñar un plan de tratamiento personalizado, escogiendo de entre todo el abanico de procedimientos quirúrgicos disponibles el que más se adapta a cada caso.
La satisfacción y sonrisa del paciente son nuestro objetivo, pero esto requiere paciencia, muchos ejercicios, a veces varias cirugías, lo que puede suponer un reto a largo plazo.