Rejuvenecimiento Facial Integral
Para realizar un rejuvenecimiento facial integral debemos combinar varias técnicas que nos permitan tratar el rostro en todas sus capas.
PIEL:
La piel envejece como consecuencia de la radiación solar, el tabaco, el alcohol, la contaminación, la falta de sueño… Podemos mejorar el aspecto de la piel, haciéndole ganar luminosidad, hidratación, regulando su secreción sebácea, eliminando manchas y favoreciendo la fabricación de un colágeno de mejor calidad. Para ello, emplearemos tratamientos como la mesoterapia con vitaminas y ácido hialurónico, los polinucleótidos, los peelings y el láser.
MÚSCULOS:
Los músculos de la gesticulación facial provocan la aparición de arrugas de expresión en el entrecejo, la frente y las patas de gallo. Estas arrugas son dinámicas, es decir, aparecen con el movimiento de la mímica facial, pero con el tiempo, acaban siendo arrugas permanentes, que persisten en reposo. Para tratar estas arrugas y prevenir su aparición, podemos realizar tratamientos con toxina botulínica (el conocido Botox). Este tratamiento permite relajar los músculos y eliminar o suavizar estas arrugas. Con la dosis y la técnica adecuadas, los resultados son muy naturales.
GRASA:
La grasa facial está dividida en com- partimentos. Algunos de estos compartimentos van a perder volumen con la edad, como sucede en la parte central de la mejilla, haciendo que se pierda la convexidad juvenil de esta zona. Además, estos compartimentos van a descender por la fuerza de la gravedad. Podemos devolver la convexidad a las mejillas, suavizar el surco de la ojera, el surco nasogeniano, las arrugas del mentón y la mandíbula. Para restaurar volumen allí donde se ha perdido y para rellenar arrugas, empleamos inyecciones de ácido hialurónico o Hidroxiopatita cálcica. Para tensar la flacidez utilizamos hilos tensores.
CUELLO Y ESCOTE:
Los cuidados del rostro pasan por cuidar también el cuello y el escote, que a veces son los grandes olvidados. Para mejorar el aspecto de las arrugas podemos realizar tratamientos de hidratación, revitalización y redensificación con mesoterapia de vitaminas, ácido hialurónico y polinucleótidos.
Para tensar la flacidez de la papada empleamos hilos tensores. Para tratar las bandas de platisma del cuello, que son esas bandas que cuelgan como hamacas en algunos cuellos, podemos emplear el Botox. Si tenemos un acúmulo localizado de grasa en la papada podemos tratarlo mediante inyecciones de un agente lipolítico (quemagrasas) o mediante una miniliposucción.
Todos estos tratamientos pueden realizarse en la consulta y la mayoría permiten realizar una vida normal. Lo más importante siempre es ponerse en manos de profesionales bien formados y con experiencia.