La Vanguardia

Mamoudou Gassama

INMIGRANTE DE MALI

- EUSEBIO VAL París. Correspons­al

Mamoudou Gassama, un joven de Mali residente en Francia en situación irregular, escaló hasta el cuarto piso de un edificio para salvar la vida de un niño. Ayer Emmanuel Macron le concedió la nacionalid­ad y un trabajo como bombero.

Nunca habría imaginado Mamoudou Gassama que sería recibido en el palacio del Elíseo por el propio presidente de la República Francesa. La vida puede dar quiebros inesperado­s, también muy positivos, incluso para un joven inmigrante irregular que vivía con el temor a ser expulsado.

Gassama, de 22 años y natural de Mali, se presentó ayer ante Emmanuel Macron con pantalones vaqueros y una camisa de manga corta. Era un contraste verlo delante del jefe de Estado, enfundado él en uno de sus habituales trajes oscuros, en un ambiente de muebles nobles y molduras doradas. El presidente y el inmigrante conversaro­n unos minutos “¿Qué hora era?”, preguntó Macron. “Sobre las 20 horas”, contestó Gassama. “No me lo pensé, cuanto más subía, más coraje sentía”, explicó el huésped. “¡Bravo!”, le felicitó el presidente.

La insólita escena en el Elíseo se produjo a raíz del acto de heroísmo protagoniz­ado por el joven de Mali, el sábado por la noche, en la calle Marx-Dormoy de la capital. Faltaba poco para que empezara la final de Champions entre el Real Madrid y el Liverpool. Gassama estaba con su novia. Oyó gritos y bocinazos. La gente miraba hacia arriba. Un niño de cuatro años estaba colgado de la barandilla de un balcón, por la parte exterior, en un cuarto piso. El inmigrante no dudó. Actuó por instinto, un instinto altruista, sin duda. Empezó a escalar la fachada, sin ninguna ayuda, a pulso, valiéndose sólo de la fuerza de sus brazos. La ascensión fue muy veloz, como si hubiera entrenado para la proeza. Al llegar junto al niño, Gassama saltó raudo la barandilla y con una mano arrastró al pequeño hacia dentro. Estaba salvado.

La prensa bautizó de inmediato al joven maliense como Spiderman, el hombre araña. El vídeo de la proeza se hizo viral en las redes sociales. Sólo faltaba que el Elíseo, siempre rápido de reflejos, reaccionar­a a la feliz noticia.

La audiencia presidenci­al no fue todo. Poco después Macron hizo saber que la situación de Gassama sería regulariza­da, como premio por su actitud. Le instó a pedir la nacionalid­ad francesa, una solicitud que será aceptada. “¡Francia es una voluntad, y él , con su compromiso, ha demostrado tenerla!”, enfatizó el presidente. Además, anunció que los bomberos de París estarán encantados de acoger al maliense. El muchacho ha demostrado, en efecto, cualidades excepciona­les, físicas y éticas, para el oficio.

El jefe de Estado matizó que se había tratado de una excepción,

Mamoudou Gassama, que fue recibido en el Elíseo, ingresará en el cuerpo de bomberos de París

dado que, no siendo demandante de asilo, Gassama no tenía el derecho a ser regulariza­do.

En pleno trámite en el Parlamento de una nueva ley de inmigració­n y asilo, Macron previno ante el riesgo de levantar falsas expectativ­as de centenares de miles de inmigrante­s. “No podemos dar los papeles a todos los que vienen de Mali, de Burkina Faso –advirtió Macron–. Cuando están en peligro, se les concede asilo, pero no por razones económicas. Pero esto (la acción del inmigrante) justifica una decisión excepciona­l. Sin embargo, un acto excepciona­l no se convierte en una política”. Macron recordó, con todo, que Francia ha tomado decisiones parecidas a lo largo de su historia. “No comparo a este joven con ellos, pero pensad en Jefferson, Garibaldi –agregó, en alusión a líderes extranjero­s a los que se les concedió la nacionalid­ad francesa–. Pocos países lo hacen”.

El ministro del Interior, Gérard Collomb, confirmó que se encargaría personalme­nte de acelerar los trámites burocrátic­os en el caso Gassama. “A un gran hombre, la patria le rinde reconocimi­ento”, afirmó el ministro en un tuit, y prometió asimismo gestionar el ingreso en el cuerpo de bomberos de París, lo más rápido posible, “de un nuevo héroe”.

La generosida­d con Gassama se produce en vísperas del desalojo forzoso de más de 2.000 inmigrante­s ilegales que acampan en varias zonas de París. La operación ha generado polémica entre Collomb y la alcaldesa de París, Anne Hidalgo. Son las ironías del drama de los inmigrante­s.

Antes que Macron, su predecesor, el socialista François Hollande, realizó un gesto idéntico con el también maliense Lassana Bathily. Darle la nacionalid­ad francesa fue la recompensa por haber salvado a los clientes de un supermerca­do judío, en París, en enero del 2015, que había sido atacado por un yihadista. Bathilhy los escondió en la cámara frigorífic­a.

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POOL / REUTERS Cita en el Elíseo El presidente Macron recibió personalme­nte a Mamoudou Gassama, a quien se concederá la nacionalid­ad francesa
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LV In extremis Mamoudou Gassama (abajo), en el momento de alcanzar el balcón del que estaba colgado el niño, tras subir por la fachada

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