Censura musical
El incidente de Evaristo con la Guardia Civil azuza el debate sobre la libertad de expresión
La llamada ley mordaza está levantando ampollas en el sector musical, acumulando denuncias, juicios y condenas que están causando un fuerte malestar en el sector, tal como ha sucedido recientemente por el choque entre la Guardia Civil y el cantante Evaristo.
El incidente que tuvo como protagonista a Evaristo Páramos, exvocalista de La Polla Records y actual cantante del grupo Gatillazo, al acabar el concierto que ofreció el pasado viernes en Jerez de la Frontera ha vuelto a poner sobre el tapete el debate sobre la libertad de expresión en el mundo de las artes y en concreto en el de la música. Las polémicas legales de César Strawberry, Ayax y Prok o Pablo Hásel están muy recientes, por no hablar de la condena a Valtonyc por enaltecimiento del terrorismo, amenazas e injurias a la Corona.
La situación en la que se vio involucrado el inconfundible y combativo músico, figura del rock radical vasco, fue sobredimensionada en un primer momento (no llegó a ser detenido ni retenido sino que se le comunicó una denuncia), aunque ha supuesto un nuevo capítulo de la ola de conflictos ocasionados por la aplicación de la llamada ley mordaza. Sintéticamente, tras finalizar el concierto en el festival Trompetera de la localidad gaditana, Evaristo gritó “policías, sois unos hijos de puta” al descender del escenario. Dos guardias civiles allí presentes le denunciaron por una infracción de la ley de Seguridad Ciudadana, le tomaron declaración y unos minutos después el músico siguió disfrutando del festival.
El eco del suceso
–las redes sociales echaron humo sobre todo con la imagen del cantante acompañado de miembros de la Benemérita: Pablo Iglesias escribió cuando se daba por hecho que el músico vasco estaba detenido, que “crecí y aprendí mucho de lo que significa la política escuchando a Evaristo. Que le detengan por sus letras habla de la putrefacción de nuestra democracia. Cloacas, sicarios de la pluma, corruptos y cobardes pagados por los poderosos”– fue instantáneo.
Francisco Contreras, el transgresor Niño de Elche y con un posicionamiento muy activo y particular en este tipo de cuestiones, ha escrito alguna canción como Estrategias de distracción (“...cómprate una idea en un outlet de moda/póntela en los hombros/y tírate al rey”) que fue polémica en su día sin mayores consecuencias. “El gran peligro de la ley mordaza –dice Niño de Elche– es que no sabemos dónde está la línea. Ahora se deja mucho a la visión que tenga un policía o un guardia civil, que ya me gustaría saber qué visión pueden tener más allá de lo personal. Lo de Cádiz es indicativo, lo realmente grave es cuando te llevan a un juzgado, cuando te denuncia la Fiscalía”. Y evita el choque frontal con estos: “Esta situación puede llegar a la paranoia por parte del artista. Yo animo a que no entremos en ella e intentemos ser más inteligentes que ellos, que lo somos. Así que a la hora de hacer crítica, trabajémosla desde la sátira, con sus mismos lenguajes”.
Desde un ámbito interpretativo legal hay opiniones para todos los gustos. La formal, del abogado penalista José María Fuster Fabra, que considera que “en este caso me parece que la guardia civil ha aplicado un criterio de mínimos, considerándolo una infracción administrativa. Veo una actuación absolutamente normal porque el insulto está allí”.
La también penalista Olga Tubau enfoca más el quid de la cuestión. “Estamos en un momento en que parece que hay una sensibilidad mayor y hay como una mayor prevención que hace que estemos asistiendo casi cada día a expedientes sancionadores por esta razón o a citaciones ante los juzgados por delitos de calumnias e injurias e incluso por delitos de incitación al odio. Y hay que mirar mucho el contexto. Creo que lo que dijo el músico fue su opinión genérica sobre los cuerpos policiales”. Y emite opinión personal: “yo creo que éstos han de estar por encima de estos hechos, creo que cuando más fuerte se siente una institución menor relevancia ha de darles a este tipo de cosas. Es que estas cosas son realmente insignificantes, mejor no hacer ni puñetero caso. Y además en el caso de este señor, que se ha expresado siempre en similares términos”, apostilla la letrada.
Lo que le pasó a
#Evaristo hay que entenderlo en sus justos términos, más allá de rumores y de la indignación genérica: La ley mordaza le da a la policía un poder excesivo para sancionar que usa de manera arbitraria e ideológica, con poco control judicial. Es sólo eso. @jpurias Joaquín Urias Profesor de Derecho
¿30 años de carrera musical y ahora Evaristo molesta? ¿HUELE A RANCIO, NO? Mogollón de gente vive tristemente y van a morir democráticamente y yoyyoyyono quiero callarme La moral prohíbe que nadie proteste ellos dicen mierda y nosotros amén amén aménamén a menudo llueve. @unaxugalde Unax Ugalde
Actor Somos varias las generaciones que hemos crecido y aprendido escuchando y cantando a Evaristo. Basta de represión y de ley mordaza. @Irene_Montero_ Irene Montero Política