El B, a Segunda B
El Barça B fue un cuerpo extraño en Segunda, donde sólo ha durado 336 días
El empate ante el Albacete de la pasada jornada certificó el descenso de categoría del segundo conjunto del FC Barcelona, que a lo largo de esta temporada ha llevado a cabo una política de fichajes errática que le ha impedido consolidar un once con un estilo de juego reconocible que le permitiera consolidarse en la categoría de plata.
Un cliché en periodismo es el titular “Crónica de una muerte anunciada”, cogiendo prestado el nombre de la afamada novela de Gabriel García Márquez. Pero es que el hundimiento del Barcelona B se veía venir. El Barça B fue un elefante en una cacharrería en su intento por mantener la categoría. De hecho, se quiso arreglar en enero, sí, con la misma receta del verano, más fichajes, que fueron pan para hoy y hambre para mañana porque ni lograron salvar al filial blaugrana, pese a la reacción inicial, ni el Barça pagará por quedarse en propiedad a ninguno de esos jugadores. Y menos ahora que el equipo de García Pimienta, que el 25 de abril sustituyó a Gerard López, jugará el año que viene en Segunda B.
Era la jornada 17, después de perder contra el Reus, cuando el Barça B entró por primera vez en puestos de descenso. Salió enseguida, pero cuando recayó en abril ya no volvió a escapar. En total sólo habrá estado 14 de las 42 fechas en la zona conflictiva de la clasificación pero suficientes para dar con sus huesos de nuevo en Segunda B. La última vez que descendió, en el 2015 con Eusebio y Vinyals, le costó dos años recuperar ese lugar tan estratégico para el club.
Ni un año ha estado el filial blaugrana en la división de plata. Subió el 25 de junio del 2017, eliminando al Racing, y consumó su regreso al pozo el pasado domingo 27 de mayo, en Albacete. 336 días ha durado. Imposible que el equipo en Segunda dé sus frutos en la formación de los canteranos.
Sobre todo porque además la política desde la secretaría técnica ha sido errática, priorizando casi siempre los resultados y confiando demasiado en jugadores de fuera, dos pecados para un filial. En verano se fichó a siete futbolistas, además de recuperar al portero Ortolá, del Alavés. Llegaron David Costas y Samu Araujo (Celta), Concha (Real Sociedad), Ruiz de Galarreta (Numancia), el Choco Lozano (Tenerife), Arnaiz (Valladolid) y Vitinho (Palmeiras). Dos de ellos, Costas y Arnaiz, llegaron a debutar con el primer equipo. Valverde les llamó para la ronda copera con el Murcia.
Pero como el equipo no acababa de coger impulso, en el mercado invernal se volvió a incorporar más futbolistas con experiencia en Primera como Nahuel, Hongla, Christian Rivera gracias a cesiones del Betis, el Granada y el Eibar, respectivamente. Los pequeños prestaban jugadores al Barça, que además iba a mercados exóticos como la MLS (el canadiense Ballou Tabla) o el reserva del Arsenal (el inglés McGuane).
Con tantas caras nuevas y con un origen tan diverso era literalmente imposible jugar con estilo y ADN Barça. Así que Gerard probó a 36 jugadores. Para acabar echando mano muchas veces del juvenil, incluso en momentos delicados, como con Miranda y Cuenca en la defensa, Monchu, Riqui Puig o Álex Collado en la medular o Abel Ruiz, Carles Pérez y Marqués en ataque. Todos ellos pertenecen a la generación de oro que ha ganado la Youth League a las órdenes de García Pimienta, el nuevo técnico.
Pimi firmó por los últimos seis partidos y dos años más, es una apuesta de futuro y no quiso quemar a los más jóvenes en ese mes de lucha por una permanencia que estaba difícil. Ellos serán la base del filial la temporada que viene, junto con Oriol Busquets, Sergi Palencia –que ya lleva 100 partidos en el B–, Cucurella y Marc Cardona. Carles Aleñá, un bastión entre los escombros, sube al primer equipo.
“Estaremos en Segunda B pero seguiremos trabajando, con un proyecto nuevo, fieles a nuestro estilo y con el objetivo principal de preparar a nuestros jugadores para cuando el primer equipo los necesite”, deja clara Pimienta su verdadera prioridad. Porque cuando el talento existe y se cuida (Xavi, Valdés, Messi, Busquets o Pedro nunca pisaron la segunda división) la categoría no es tan importante.
POLÍTICA ERRÁTICA En verano llegaron siete fichajes y en invierno, otros cinco; el club no se quedará a ninguno